Siro cerrará su planta galletera de Venta de Baños entre la confusión

Muy al contrario, los nuevos propietarios de Cerealto Siro justifican su decisión al no haber conseguido que nadie haga una oferta adecuada a sus intereses por la planta de galletas, lo que, según recoge Diario Palentino, «cierra la puerta a una posible compra, agotando el plazo disponible». Fuentes de la empresa se limitaron a señalar a ABC que el anuncio, «como se ha venido diciendo en las últimas semanas» responde a que «la compañía avanza de acuerdo a lo establecido y pactado en el acuerdo del Plan de Competitividad, firmado en junio 2022».La noticia habría cogido a contramano también al propio comité de empresa y a los trabajadores.

Al respecto, Mar Rodríguez, mostraba a este periódico su «sorpresa» por una decisión «inesperada» y denunciaba la «brutal falta de transparencia» con la que ha actuado la empresa. «Han jugado muy mal. Parece que la intención de la empresa ha sido siempre la de cerrar la planta y no conseguir inversores. No valen que digan que ya no hay cuando no hemos podido hablar de ello ni saber quiénes eran».

Rodríguez detalló que en la última reunión que mantuvieron el pasado 24 de mayo se les comunicó que los 60 potenciales compradores se habían retirado y que tenían que seguir con el plan de competitividad acordado, a lo que Junta y Ministerio respondieron con la petición de un aplazamiento para conocer cuáles eran esos inversores y sus necesidades. «Estoy alucinando», remarcó la representante sindical ante los «incumplimientos» de la firma y cuando estaban a la espera de recibir otra llamada por parte del Ministerio para convocarles a una nueva reunión.

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Mientras, la Federación de Industria, Construcción y Agro de UGT en Palencia calificó como «intolerable» el cierre de la planta y acusó por ello a la empresa de «opacidad y mala fe» durante el desarrollo de la ejecución del Plan de Competitividad.

Según recordó UGT en un comunicado remitido a Ical, el pasado 29 de julio, con la entrada de Afendis y Davidson Kempner en el grupo, la compañía anunciaba «a bombo y platillo» que se iniciaba una nueva etapa de estabilidad financiera para la empresa y que se convertía en un grupo «fuertemente capitalizado y con importantes previsiones». Sin embargo, y según apunta el sindicato, la empresa ha dado a conocer esta medida «cuando no ha pasado ni tan siquiera un año de estas declaraciones», pese a que tanto la actividad productiva como los resultados económicos de la instalación venteña son «positivos».

Mientras, el alcalde de Venta de Baños, José María López, reconoció que tampoco esperaba el cierre de la planta galletera y resaltó que sería «perjuicio muy grande» para el municipio, con 200 trabajadores afectados, a los que hay que sumar los empleos indirectos, de los que el 60 por ciento residen en el pueblo. Esta decisión afecta al alfoz y a la propia capital, pero Venta de Baños «no se puede permitir perder más puestos de trabajo» y será necesario buscar alternativas, dijo a la Agencia Ical.

López afirmó que la «gente del pueblo está mal y con una inquietud muy grande», aunque se sabía de la dificultad de poder mantener la fábrica desde el principio. Aun así, dejó claro que «van a seguir peleando» para tratar de agarrarse al resquicio para que el Ministerio de Industria pueda negociar.