Suscribete a
ABC Premium

por mi vereda

Un señor de la política

Porque ante la mediocridad de nuestro degradado patio político, perfiles del talento, la capacidad analítica y el temple de Jaime Mayor Oreja se echan mucho de menos

A golpe de impulso

Jaime Mayor Oreja, hace unos días en Valladolid ICAL
Ignacio Miranda

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Cuando uno escucha la portentosa voz de Nino Bravo, se pregunta cómo habría sido el panorama musical de las últimas décadas si el cantante valenciano no hubiera fallecido en accidente de tráfico en la entonces N-III, a escasos kilómetros de Tarancón, hace ahora justo ... medio siglo. Lo mismo cabe cuestionarse sobre Cecilia, que nos dejó también demasiado joven, cuando venía de actuar de Vigo y el Seat 124 en el que viajaba con sus músicos colisionó contra un carro tirado por una yunta de vacas que, antes del orto, salía a las faenas del campo en la localidad zamorana de Colinas de Trasmonte. Y ya, salvando los años de distancia y dejando al margen la canción, al leer y oír los contundentes argumentos que utiliza Jaime Mayor Oreja para hablar de la delicadísima situación nacional, tienes la convicción de que seguramente nos habría ido mejor a todos, al centro-derecha y a España si, aquel día de agosto de 2003, el dedazo del índice de Aznar para proclamar sucesor se hubiera fijado en él y no en Rajoy Brey, Mariano.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia