Salamanca vuelve al césped para celebrar un soleado Lunes de Aguas
Las riberas del Tormes y los principales espacios naturales de la capital y la provincia se llenan de grupos que disfrutan de hornazo
El pan y el quesillo vuelven a volar desde los pies del Cristo del Otero
ABC
SALAMANCA
Los salmantinos, sus estudiantes y aquellos turistas que disfrutan estos días de la ciudad se han echado a las calles para celebrar el Lunes de Aguas, una tradición que lleva cada año a miles de personas a las zonas verdes de la ciudad y ... de su entorno.
Esta festividad, que tiene lugar siempre el lunes siguiente al de Pascua, tiene sus raíces en el siglo XVI y actualmente consiste en juntarse con familiares o amigos para celebrar una jornada de campo, casi siempre con un hornazo en el menú, producto típico de la gastronomía local.
Lugares como el Puente Romano, La Aldehuela, Huerta Otea o el Parque Fluvial, junto a otros como Valcuevo o Villamayor comenzaron, ya desde por la mañana en un soleado día, a recibir a los primeros en apuntarse a esta celebración que tiene en la tarde del lunes su punto máximo de participación, recoge Ep.
Debido a la intensidad de personas, principalmente en las riberas del río Tormes, tanto Policía Local como Policía Nacional han puesto en marcha dispositivos especiales de seguridad y tráfico, así como Guardia Civil en las salidas y entradas a la ciudad y en los puntos próximos en los que también se celebra cada año el Lunes de Aguas.
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El Lunes de Aguas de Salamanca se celebra por tercera vez bajo su condición de Fiesta de Interés Turístico de Castilla y León tras la declaración de la Junta en este sentido en 2021.
El festejo rememora el exilio extramuros de las meretrices en el siglo XVI que, por orden de Felipe II, casado en Salamanca con María Manuela, debían pasar la Semana Santa fuera de la ciudad para limitar el libertinaje que, a sus ojos, corría por las calles, recoge Ical. El segundo lunes tras la Pascua, el conocido como 'Padre Putas' devolvía a las prostitutas al otro lado del Tormes, donde los fogosos estudiantes las esperaban con viandas y con ganas de jarana.
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