Y es que su «conducción errática» alertó a los propios viajeros, todos trabajadores de una fábrica que volvían de regreso a sus domicilios. Por ello, lanzaron la voz de alerta e instantes después el conductor fue interceptado por una patrulla de motoristas de la Guardia Civil, según ha comunicado este miércoles la Subdelegación del Gobierno en la provincia burgalesa.
Los hechos ocurrieron hace varios días en la carretera N-623, a la altura del punto kilométrico 12,400 en las inmediaciones de la capital. El vehículo implicado, un autobús de transporte regular de uso especial, trasladaba a catorce trabajadores desde una fábrica ubicada en la provincia, de regreso a sus domicilios en la ciudad tras finalizar el turno de tarde.
"A gran velocidad"
Las llamadas de los propios pasajeros alertando del comportamiento errático del conductor, quien «circulaba a gran velocidad y con maniobras irregulares», hizo que se movilizase una patrulla, que localizó e interceptó al vehículo en ruta mientras circulaba con «las luces de largo alcance, deslumbrando a los usuarios de la vía».
«Tras proceder a la detención segura del vehículo y haberse entrevistado con su conductor, los agentes percibieron en él síntomas evidentes de encontrarse bajo la influencia de bebidas alcohólicas», han señalado las mismas fuentes.
En la prueba de alcoholemia, el etilómetro mostró resultados positivos de 0'69 y 0'55 mg/l, lo que suponía «casi cuadriplicar la tasa máxima establecida». La empresa de transporte encargada de cubrir la ruta «activó un protocolo de sustitución y desplazó otro vehículo con dos conductores para garantizar la continuidad del servicio y el traslado de todos los trabajadores», han indicado.
Las diligencias instruidas por estos hechos han sido remitidas al Juzgado de Instrucción de Burgos.
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