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buenos días, vietnam

Mantengo intacta la esperanza

El 12 de octubre es Fiesta Nacional porque es ya el único día que el Gobierno no se dedica a hacer «cosas chulísimas»

Guillermo Garabito

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Un compendio de meses en horas bajas y aquí seguimos: con el ánimo a cuestas. Desde antes del verano con el martirio y soniquete de la crisis y la deuda, con los muertos en un país cercano y las gasolineras más cotizadas que una Anunciación ... de Murillo en Sotheby's. Con los supermercados como un museo en el que se mira y no se toca. Y así nos van a tener, atenazados en esta horquilla que va del miedo a la desidia, que es como se gobierna mejor. Para qué alcanzar acuerdos con la oposición si no se ponen de acuerdo ellos solos. Todavía se puede encender un poco más al personal. Por qué un pacto de Estado que garantice la educación libre de todos los críos, que puedan estudiar en español en España, que haya una misma selectividad allende Despeñaperros -para abajo o para arriba-. Y no hablemos de que los políticos dejen de meterle mano a la Justicia a través del CGPJ. Que ahorren las familias, si pueden, que la administración va por otro lado. El Estado como una fiesta que no cesa de alguna película italiana de aquellas que se filmaban en Cinecittà, pero llena de tipos sin glamour, sin escrúpulos, ni corbata. El 12 de octubre es Fiesta Nacional porque es ya el único día que el Gobierno no se dedica a hacer «cosas chulísimas».

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