Ebrovisión: el festival que reunirá a 20.000 fieles sin dar a conocer su cartel

«No pensábamos que esta idea tan loca tuviera tal respuesta», admite Ramiro Molinero, portavoz de la Asociación de Amigos de Rafael Izquierdo, colectivo organizador de la cita. Confiesa también que le dieron «muchas vueltas» a cómo conmemorar el veinte aniversario del certamen; no en vano, lo hacían con dos años de retraso, pues Ebrovisión nació en 2000, con lo que le correspondía celebrar esta significativa fecha en el año que irrumpió la pandemia: «Surgieron varias ideas, entre ellas que el público eligiera de cada edición el grupo que más le hubiera gustado para unirlos a todos, pero eso era complicado y totalmente inviable económicamente».

Así que optaron por hacer este «regalo» a su público y como tal, su 'contenido' debía ser sorpresa: «Nos comprometimos a mantener el secreto hasta el último segundo y así está siendo», explica antes de añadir que les está «costando» mantener en silencio a todas las bandas, pero de momento «así está siendo».

¿Y a qué sonará Ebrovisión?, le preguntamos con intención de que 'suelte' alguna pista, pero Molinero, como se suele decir, se 'va por la tangente' y contesta riendo: «Nuestro público fiel, quienes vienen edición tras edición, ya sabe a que va a sonar. Si les hiciéramos una encuesta uno a uno, seguro que acertarían entre el 70 y el 80 por ciento de las bandas«. Por ello, cree que "disfrutarán".

Han pasado dos décadas desde que el festival mirandés iniciara su andadura y que por el polígono municipal de Anduva, primera sede, pasaran grupos punteros de la escena 'indie' como Los planetas, Sidonie o La Habitación Roja. «Surgió para cubrir la necesidad de que en una ciudad pequeña de provincias se celebrarán conciertos y que la gente tuviera la oportunidad de ver a sus grupos favoritos, pero de aquélla no nos planteamos hasta dónde podíamos llegar», apunta Molinero.

Considera que «los puntos fuertes» y, de ahí, la supervivencia de esta cita, son el trato que tienen con el público y que edición tras edición han antepuesto «la calidad a la cantidad»: «Siempre pensamos en hacer un festival que a nosotros nos gustaría ver cómo público». Por ello, apuestan por «mantener una línea artística equilibrada y reconocible año tras año».

Pasaron las décadas y justo en 2020, año en el que irrumpió la pandemia del Covid, les tocaba celebrar su 20 aniversario, pero no pudo ser: "Nos descolocó un poco a todos", pero ese mismo verano recuerda que ya comenzaron a realizar pequeños conciertos: "Estábamos empeñados en mantener viva la cultura en Miranda".

Con estas mimbres, hace semanas han colgado ya el cartel de «completo» de la presente edición, lo que supone reunir en el municipio burgalés a más de 20.000 personas. Para Molinero, Ebrovisión es ya «una marca» de Miranda, que durante tres días se convierte «en uno de los puntos neurálgicos de la cultura de este país», lo que supone, además del disfrute de los mirandeses y de todos los incondicionales que se acercan «de cualquier provincia de España», un retorno económico para la ciudad que supera los dos millones de euros.