Un detenido y dos policías heridos durante una protesta contra la tala de árboles en Salamanca

Las protestas comenzaron tras una rueda de prensa convocada por la asociación vecinal Zoes, cuya presidenta, Inmaculada Cid, pidió diálogo al Ayuntamiento para tratar de impedir la tala de todos los árboles que está actualmente prevista por los técnicos municipales, hasta un total de 12, y en ejecución desde la pasada. «Estamos de acuerdo con el Ayuntamiento en que la seguridad es ante todo. Pero si la seguridad es ante todo, y si se corre un riesgo tan elevado, no están tomándose medidas», señaló en declaraciones a los medios, apuntando a una «pequeña contradicción».

El objetivo, según Cid, es evitar la tala de los árboles que restan. «Hay un informe que dice que hay algunos árboles que están enfermos, que no están en el mejor estado, pero si algunos árboles están enfermos, no todos tienen que ser talados», añadió, matizando que es necesario, desde su punto de vista, «considerar cuál es el estado, uno a uno, de cada uno de los árboles». Por ello, pidió una «alternativa» porque, en su opinión, «la tala no debería ser la solución salvo que no quede otro remedio y salvo que haya un consenso entre todos los técnicos, los municipales y otros ,para determinar que eso sea así».

«Si una persona hoy está enferma y fallece, pero nace hoy un niño, desde luego no sustituye al que murió, es eso. Esto es un ser vivo y queremos que se mantenga porque son parte del barrio y parte de nuestra vida», reflexionó la presidenta de la asociación, durante una comparecencia a pide de plaza que concluyó entre gritos de «no a la tala» y con incidentes entre los manifestantes y la Policía Nacional.

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El Ayuntamiento, por su parte, se remitió al comunicado hecho público la pasada semana con el anuncio de la tala de los árboles, en el que se hacía referencia a un un estudio realizados por técnicos municipales de la Concejalía de Medio Ambiente, Parques y Jardines sobre los ejemplares ubicados en la zona, incluidas las calles Granero y Asturias, en el que una docena de unidades de peral de Callery fueron diagnosticadas como «enfermas» al presentar defectos estructurales, destacando principalmente «la presencia de heridas mal cicatrizadas y compartimentación incompleta, espiralización de raíces e inclinaciones del eje principal».

La actuación, en este sentido, se lleva a cabo por «motivos de seguridad» ante el riesgo de la caída sobre la vía pública. El desprendimiento de una rama de gran porte durante la madrugada del pasado jueves, sobre las 4.33 horas, y que tuvo que ser retirada por el Servicio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento de Salamanca, se sumó al registrado en otro de los árboles de la plaza a finales del pasado mes de julio. Según fuentes municipales, esta actuación es «independiente» del proyecto de reforma de la plaza del Oeste incluido en el Plan de Sostenibilidad Turística, actualmente en proceso de elaboración.

«Lo que no queremos es que una rama mate a ningún salmantino», ha comentado al respecto el alcalde de Salamanca, Carlos García Carbayo, que ha hecho un llamamiento a la «sensatez» y a la «serenidad» tras el incidente, según recoge Ical. «Todos queremos a los árboles. Todos nos sentimos verdes, más en la ciudad de Salamanca, con todo el desarrollo verde que se ha producido en los últimos años y que, por cierto, ha auspiciado el propio Ayuntamiento», ha manifestado el regidor charro ante los medios de comunicación antes de participar en una reunión con el presidente de Mercasa.

Sin embargo, ha insistido en la existencia de un informe de técnicos municipales donde se señala que había una serie de árboles, en concreto 12, que se encontraban «en mal estado» y que tenían «riesgo de caída». «Tanto riesgo de caída como que de dos árboles ya se habían caído las ramas, precisamente los árboles señalados por ese informe municipal. En esta situación, pues, lógicamente, no podemos quedarnos de brazos cruzados», ha matizado el regidor, apuntando además a la coexistencia en la zona de los «itinerarios escolares seguros».

«Habrá 20 árboles más en las calles aledañas. Aquí hemos plantado 5000 árboles, solamente entre 2022 y 2023. Nadie quita árboles por capricho y más en un desarrollo verde como el que estamos viviendo en la ciudad. Se quitan porque hay riesgo, y riesgo evidente. Ya se han caído las ramas de dos árboles. ¿Vamos a esperar a que se caigan las ramas de los 13 o 12 árboles? Yo creo que hay que apelar al sentido de la responsabilidad. Esta es una cuestión de seguridad», ha recalcado.

Es lo que, desde su punto de vista, deben tener en cuenta «algunas personas», ha puesto de manifiesto, en referencia a los miembros de la asociación vecinal del barrio, Zoes. «Si no tienen toda la información, nosotros se la prestamos. La asociación de vecinos era consciente de esta situación, yo creo que desde que se produjo la caída de las ramas del primer árbol. Hemos tenido por lo menos tres reuniones, y el último jueves de madrugada, cuando se produce la segunda caída de las ramas, incluso una llamada de la concejala a la presidenta de la asociación, que no se presentó a una reunión para darle a conocer que el Ayuntamiento había decidido retirar ya los árboles para evitar que se volviera a producir una situación como esta», ha zanjado.