«Todo es poco, pero este gesto recuerda que su dolor no ha sido en vano»
Castilla y León homenajea a las víctimas del terrorismo con 22 medallas y un reconocimiento al Grupo de Acción Rápida de la Guardia Civil
Dolor y memoria: «No os olvidaremos»
Casi siempre fue un día 'normal'. Puede que lo truncase una furgoneta bomba, o ir montado en un 'jeep' que acabó cosido a balazos. Otros llevan taladrados en la memoria atentados en plazas, en los sanfermines, en Bilbao, en Barcelona, en Burgos,... Tampoco faltan los ... castellano y leoneses que han sufrido el terrorismo fuera de España. Pero todos aquellos días acabaron en muerte o, al menos, en heridas para toda la vida. En señal de respeto, la Junta organizó ayer un acto de homenaje para las víctimas del terrorismo que pretendía luchar contra el olvido, reparar, «dignificar». Simbólicamente, se repartieron 22 medallas que recogieron supervivientes y familias privadas de maridos, hijos o abuelos. La mayoría, 19, fueron para víctimas de ETA (en atentados entre 1978 y 2010), una se entregó a un damnificado por los Grapo en el año 2000 y las dos restantes iban dirigidas a sendos militares que sufrieron un ataque yihadista en Mali en 2019. El Grupo de Acción Rápida (GAR) de la Guardia Civil recibió también una condecoración muy especial: la Medalla a la Defensa y Atención a las Víctimas del Terrorismo. Distinción creada en 2017 y que con anterioridad sólo se había entregado en una ocasión, en 2020, al comandante Juan José Aliste. Es la primera vez que recae en una entidad.
El teniente coronel al mando del GAR, Rafael Ferrera González, agradeció el premio como «un estímulo y una responsabilidad». Mantendrá «viva» la memoria de «todos aquellos que en la lucha contra el terrorismo se dejaron lo más importante, la vida», aseguró. En la pantalla acababan de desfilar los rostros de los muertos a los que también llora esta unidad de élite creada en 1982. Un fallecimiento en acto de servicio que es, no obstante, «el mayor honor» para ellos, apreció poco después el máximo responsable de la Unidad de Acción Rural de la Guardia Civil (de la que depende el GAR), el coronel Francisco Javier Molano.
Estos 21 castellano y leoneses recibirán la Medalla a las Víctimas del Terrorismo
Está previsto que se haga entrega de estas distinciones el 27 de junio
«Todo es poco para lo que han hecho ustedes, pero este gesto recuerda que su dolor no ha sido en vano», reivindicó. Y es que, desde su creación, este equipo ha participado en la detención de 360 presuntos terroristas, según cifró el periodista José Luis Martín, que condujo el acto. Molano incidió en el sufrimiento que habían ahorrado a otros, ya que «cuando muere alguien por terrorismo, lo hacen también muchas personas a su alrededor». También valoró que son víctimas todos los que han dejado de vivir como querían a causa de esta lacra.
«Héroes de la democracia»
El encargado de poner voz al Gobierno regional fue su vicepresidente, Juan García-Gallardo, que dio las gracias a los homenajeados a medida que subieron a la tarima y subrayó la «admiración y gratitud de la Junta» ante la «entrega total» de la que hace gala el GAR. «Las víctimas son los héroes de nuestra democracia, del proyecto común que es España. No vamos a traicionar la defensa de su memoria», enfatizó.
En un acto acompañado por piezas musicales de Dvorak o Beethoven y en el que se presentó una próxima exposición y se guardó un minuto de silencio, subieron a por su medalla las víctimas reconocidas (si bien un par de ellas no pudieron asistir). El primero que estrechó la mano del vicepresidente fue Blas López Álvarez, seguido de Fernando Parrado Portillo. Luego vino la familia del difunto Elías García, asesinado cuando tenía 21 años y su hija apenas contaba con dos meses. Ayer, la que un día fuera esa bebé, Ana María García, subió los escalones con su madre, María Cristina Martín, y sus tres niños, Alejandra, Roberto y Cristina. A continuación, el subinspector Bernabé Martín; pero también un recuerdo para Amanda y Javier, los hijos del presidente de la asociación autonómica de víctimas, Sebastián Nogales, así como para su esposa, María Elisa Martín. La lista siguió con Juan Manuel González y con un momento para los militares de Mali, Pablo Sánchez y David Gil. Cerró la entrega Eleuterio San Juan, que dejó la silla amarrado al brazo de su mujer, Milagros García; con su hija, Nerea San Juan, y su nieto, el pequeño Izan.
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