«El jurado va a estar 'contaminado', pero estoy convencida de que será objetivo»

-Quiero creer que todo el mundo está capacitado para saber lo que es justo y lo que no. También hemos podido ver en otros casos recientes, como el de Asunta Basterra, que la gente cuando decide, decide bien. Al final se trata de ser justos y yo tengo fe en que el jurado va a confirmar lo que hemos dicho nosotros desde el minuto uno.

-En estos casos se recomienda aislar al jurado para que no se «contamine». ¿No cree que lo estará ya en parte con todo lo que se ha escrito y dicho hasta el momento?

-«Contaminados» de una forma u otra lo van a estar, pero quiero pensar que cuando alguien es elegido para formar parte de un jurado quiere hacerlo bien y estoy convencida de que van a escuchar y van a ser objetivos.

-Existe una autora confesa del asesinato, Montserrat, que en todo este tiempo no sólo no ha mostrado ningún arrepentimiento por lo que hizo, sino que parece convencida de que debía quitar la vida a Isabel Carrasco. ¿Cómo valora esta postura?

-Su comportamiento es inexplicable. Lo que ha ocurrido es muy raro y yo creo que el caso también ha generado más expectación por eso.

-En el caso de la hija, Triana, demandan sin rodeos la libre absolución, ¿cree que con la cantidad de pruebas recabadas se trata de una petición excesivamente ambiciosa?

-Totalmente. Pedir la libre absolución para ella no se sustenta porque si hubiera querido la madre hacerlo sola lo hubiera hecho y no fue así. Es evidente que la hija quería estar y participar porque era parte de ese plan urdido por las tres.

-El día del crimen Triana se mantuvo alejada de la escena. La vecina de Carrasco que denunció que Montserrat merodeaba cerca de su portal meses antes del asesinato también aseguró que la hija estaba siempre en un segundo plano, ¿cree que desde el principio tenían la intención de «cargar» a la madre con todo y exculpar a la joven?

-Sí, seguramente el «modus operandi» se repitió en los intentos que hubo anteriores. Mi idea es que acordaron hacer una especie de trabajo en cadena. «Yo asesino, tú te llevas el arma y tú la escondes», pero además existe un trabajo previo a eso que demuestra claramente que no sólo participó Montserrat.

-La tercera imputada, Raquel Gago se encuentra en libertad provisional desde el pasado mes de enero. ¿Considera que este hecho va a jugar a favor de la agente en el juicio?

-No, porque cuando los miembros del jurado vean las pruebas se van a dar cuenta rápidamente de que ella estaba implicada y, además, al mismo nivel que madre e hija. Todo lo que hizo no tiene ninguna disculpa lógica.

- ¿Diría que la decisión de la Audiencia de ponerla en libertad fue un error?

-Se equivocó. Estoy convencidísima. Yo siempre he defendido que Raquel Gago era la tercera persona de ese plan y la juez de instrucción siempre nos dio la razón rechazando hasta tres peticiones de libertad.

-¿Quizá en su caso cuesta un poco más entender cómo pudo llegar a involucrarse en algo que, en principio, no iba con ella?

-Yo creo que su participación es igual de ilógica que la de las otras dos. Las tres son figuras totalmente absurdas... Se retroalimentaban completamente porque estoy segura de que una sola aislada no hubiera hecho lo que hicieron ese día, pero entre tanta maldad, al final consiguieron llevar a cabo este execrable y deleznable asesinato.

-A un mes del inicio del juicio, ¿cómo se encuentra la familia de Isabel Carrasco?

-Siguen igual. El duelo no es algo que se acabe en un año y más cuando se trata de alguien a quien has querido tanto. Ahora que se acerca la fecha, volver a rememorar todo y a escuchar seguramente muchas barbaridades no puede ser ni fácil ni justo para ellos. Yo creo que descansarán en el momento en el que termine el juicio.