80 años desde el Guernica

Toda obra de arte comienza con un estudio de diferentes factores como la perspectiva, la luminosidad, el color... Por eso, el laureado pintor utilizó 42 bocetos sobre papel para imaginar el Guernica. Los facsímiles que se usan para que el público pueda conocer cada uno de los pasos que da Picasso antes de llegar al final de la pieza permiten que el visitante tome contacto de primera mano con el mundo del arte y el proceso artesanal que desarrolla un autor frente al lienzo en blanco. Un conjunto de etapas que en ocasiones son desconocidas y que ayudan a reconocer cuál es la motivación final que llevó al autor a utilizar cada uno de los elementos comunicativos que muestra en la obra.

Dijo una vez Miguel Ángel, autor del célebre David que se expone en la Academia florentina, que él sólo quitó lo que sobraba. En este caso, Picasso se muestra como un inigualable cronista de la época en la que vive y que, con la ayuda de su pincel y de la gama de azules y grises que caracterizan al Guernica, logró crear una obra mural que consigue conmover a quien la observa en primer lugar por su carácter más abstracto y por último, por la belleza que desprende la fatídica escena que Picasso decide plasmar.

Con casi ocho metros de largo y tres y medio de altura, el Guernica ha cumplido ochenta años. Con el aniversario de su creación, entre otras actividades que se están llevando a cabo para la conmemoración, en la Casa Revilla de Valladolid se puede disfrutar de esta exposición que ayuda a entender mejor la obra.