Seis consejos nutricionales desde Toledo para afrontar el regreso de las vacaciones

Uno de los primeros pasos para retomar la rutina es recuperar la estructura de las comidas. Durante las vacaciones es habitual saltarse horarios o comer a deshoras. Reestablecer tiempos regulares para desayuno, comida, cena y, si es necesario, uno o dos tentempiés bien elegidos, ayuda a regular el apetito y a evitar comer con demasiada hambre, lo que puede llevar a elegir mal los alimentos o a comer en exceso.

La planificación semanal es otra herramienta clave para evitar improvisaciones y recurrir a opciones poco saludables. Tener un menú o una idea clara de lo que vamos a comer facilita tomar decisiones conscientes. Incluir frutas, verduras, legumbres, proteínas de calidad y cereales integrales permite alimentarse bien sin complicaciones.

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También es importante evitar las dietas restrictivas o 'milagrosas' tras los excesos del verano. Aunque pueden parecer una solución rápida, suelen ser insostenibles y perjudiciales. En lugar de prohibir alimentos o recurrir a ayunos extremos, se recomienda una alimentación equilibrada, saciante y basada en alimentos reales, sin restricciones innecesarias. Esto ayuda a mantener hábitos saludables a largo plazo.

La hidratación es otro aspecto esencial. En verano es común que se sustituya el agua por refrescos o alcohol, lo que reduce la ingesta hídrica real. Volver al hábito de beber suficiente agua es fundamental para el buen funcionamiento del organismo y para regular la sensación de saciedad. Se pueden utilizar infusiones frías o aguas saborizadas con frutas naturales como alternativa.

Retomar o iniciar una actividad física suave es beneficioso tanto a nivel físico como emocional. No es necesario comenzar con deporte intenso: caminar 30 minutos al día, montar en bici o apuntarse a alguna clase ligera son buenas formas de incorporar el ejercicio de nuevo a la rutina.

El descanso también juega un papel clave. Tras el desajuste del verano, es conveniente volver a unos horarios regulares de sueño. Dormir bien ayuda a regular las hormonas del hambre y la saciedad, y mejora la toma de decisiones alimentarias.

Desde HM IMI Toledo destacan la importancia de cuidar la alimentación con conciencia y, si es necesario, contar con la ayuda de profesionales para establecer objetivos realistas. La vuelta a la rutina puede ser una buena oportunidad para retomar el cuidado personal de forma equilibrada y sostenible, apostando por una alimentación saludable, una vida activa y buenos hábitos que favorezcan el bienestar.