«Queremos a Rober, todos somos Rober y te vamos a encontrar, tío». Es el deseo que se escuchó esta tarde en la localidad toledana de Casarrubios del Monte al cumplirse el cuarto aniversario de la desaparición de Roberto García Solana. El mensaje de esperanza ... lo lanzó su sobrina Almudena delante de familiares, amigos y vecinos durante una concentración en la plaza de España de este municipio de unos 11.000 habitantes.
De Roberto, que tenía 64 años cuando se perdió su pista, no se sabe nada desde el 18 de febrero de 2019. Su coche, un todoterreno Suzuki Vitara, fue encontrado mal aparcado a siete kilómetros del pueblo, en la localidad madrileña de El Álamo. Desde un primer momento, llamó la atención que un hombre tan meticuloso y rutinario como Roberto hubiese dejado estacionado su vehículo de esa manera.
Soltero y sin hijos, fue primero auxiliar de policía y luego alguacil hasta que se jubiló. «Tenemos que darle voz a esto, porque hay que resolverlo», afirmó Almudena, quien aseguró ante sus vecinos que «vamos a estar luchando siempre porque lo queremos, queremos que se solucione, queremos vivir tranquilos y cerrar esto».
Su sobrina volvió a dirigirse a cualquier persona que pudiera haber visto el mínimo detalle aquel día, «porque puede resolver un caso» del que no se ha olvidado la Guardia Civil de Toledo. Y expresó otro anhelo: que no vuelvan a encontrarse en la plaza dentro de un año por que «se haya solucionado».
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