María Sánchez-Biezma expone retratos en San Marcos a sus 90 años: «Nadie me enseñó a pintar»
Ha sido seleccionada en el 'Mes de los Artistas Toledanos' junto con Ricardo Martín, Julián Orgaz, Francisco Javier Gómez, Domingo Sánchez y Fátima Díaz-Ropero
Toledo
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Iniciar sesiónIba María Sánchez-Biezma feliz a sus 90 años, cogida del brazo del alcalde, Carlos Velázquez, enseñándole orgullosa sus retratos de mujeres en óleo sobre lienzo con fusión de artesanía que este mes expone en el Centro Cultural San Marcos. Son 21, pero podría ... haber llevado 150, que son los que ha pintado sólo en el último «año y medio». Del barrio de Santa Teresa de toda la vida, asegura que «desde que pude sujetar un lápiz ya empecé a pintar. No me enseñó nadie y lo tuve que hacer a escondidas; no me dejaban, decían que en una mujer esto no servía para nada», explicó a ABC quien nació allá por la II República y que, con el tiempo, se ganó el derecho a ser profesora en la Escuela de Artes y Oficios Artísticos, donde dio clases de muñequería tradicional, repujado de metales, pintura en sede, iconos o simulaciones de vidrieras.
Y hace un mes, cuando el Ayuntamiento de Toledo lanzó un bando para que aquellos artistas locales interesados en exponer podrían hacerlo en San Marcos, la hija de María rellenó el formulario correspondiente en la web y, entre 30 candidatos, fue una de los seis elegidos tras pasar la criba de un comité de técnicos del área de Cultura.
Los otros artistas seleccionados para exponer en esta primera muestra del 'Mes de los Artistas Toledanos' son Ricardo Martín, Francisco Javier Gómez, Domingo Sánchez, Julián Orgaz y Fátima Díaz-Ropero, de 33 años y la más joven, que en óleo sobre lienzo traza dibujos muy originales propios de su época: una bolsa de Cheetos japoneses, otra de Ruffles o la chapa de un botellín de Mahou.
«La primera vez que se hace algo hay cierto vértigo», dijo Velázquez sobre este «arte cien por cien toledano», deshaciéndose en elogios hacia los artistas locales y recordando que en San Marcos se llevó a cabo el año pasado una importante inversión con motivo de la exposición 'Miradas fragmentadas'. Se repararon las tarimas y los paneles y se instaló «una iluminación a la altura de las mejores galerías del mundo».
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