La Virgen de la Soledad cerrará la procesión del Santo Entierro este Viernes Santo

Por la mañana serán muchas las personas que cumplirán la tradición de visitar siete monumentos instalados en iglesias parroquiales y conventuales para orar ante el Cuerpo de Cristo. En estos monumentos suelen destacar los de los conventos, con una honda emoción mística, que no tienen más nota inquieta que el parpadeo de las llamas que se muevan con sutil unción religiosa, ante la policromía discreta de flores votivas, y el lujo de las plata de los floreros, galas metálicas transvertidas en devoción religiosa y expiratoria.

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Previo aviso de los carraspeos del matracón de la torre primada, que volvió a sonar en el año 2016 después de no hacerlo desde el año 1968, a las 18,00 horas, el arzobispo primado oficiara en la catedral primada la Pasión del Señor, acompañado de miembros del cabildo primado.

La acción litúrgica comprende tres partes: la lectura de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo según San Juan, la adoración de la Santa Cruz, que pueden hacer todos los fieles que lo deseen y fue una de las novedades que aportó el Ordo del año 1956, y en ultimo lugar, después de trasladar en procesión silenciosa el Cuerpo de Cristo desde el monumento hasta el altar mayor, se distribuirá la Sagrada Comunión a todos los fieles en condiciones de recibirla. Fue otra aportación del Ordo del año 1956.

Desde la segunda mitad del siglo XVI, Nuestra Señora de la Soledad recorre las calles imperiales en la procesión del Santo Entierro saliendo del convento de la Merced o de Santa Catalina, donde fue fundada su cofradía. La procesión entraba en la catedral cuando se estaba celebrando el oficio de Tinieblas para hacer estación de penitente. Las diferencias habidas con los monjes mercedarios calzados, que regentaban el convento, y los cofrades de la cofradía de Nuestra Señora hicieron que estos, con la oportuna autorización eclesiástica, trasladase en 1660 la imagen y la sede de la cofradía a la iglesia mozárabe de Santas Justa y Rufina. Desde el año siguiente, la cofradía organiza desde esta iglesia la procesión del Santo Entierro, a la que a lo largo de la historia se han ido añadiendo imágenes y cofradías.

Hoy la procesión del Santo Entierro la abrirá la cofradía del Santísimo Cristo del Calvario, con sede canónica en la iglesia de El Salvador. Saldrá a las 20,15 horas con las imágenes del Santísimo Cristo, que destaca por su pelo natural, y Nuestra Señora del Rosario, llevadas por sus cofrades en preciosas carrozas. Por Trinidad llegará a Hombre de Palo para encabezar el cortejo. Le seguirá la cofradía del Santísimo Cristo de la Misericordia y María Santísima de la Caridad, que desfila desde 1990. El Santísimo Cristo, en unas andas preciosas talladas por Juan Salinas, tiene la particularidad de que sus pies están clavados por separado.

Saldrá a las 19,30 horas de su sede canónica y los costaleros tendrá muchas dificultades en las escaleras de Padilla. Según nuestras noticias, la Santísima Virgen no saldrá por falta de costaleros.

El paso del Santísimo Cristo del Descendimiento es uno de los más tradicionales que la cofradía de Soledad estuvo sacando hasta 1981, cuando el grupo de estudiantes que se preparaban para entrar en la Academia Militar de Zaragoza se encargó de sacarlo, y en 1988 fundaron su cofradía. Se prestan de portar el paso más difícil de llevar por las dificultades que tienen para pasar en alguna parte del recorrido. Les acompaña su propia banda de tambores. Durante unos años de la década de los ochenta de siglo pasado dejó de participar por lo costoso que era pagar a los costaleros a la cofradía de la Soledad.

La cofradía de Nuestra Señora de las Angustias es una de las más antigua en los desfiles de la Semana Santa toledana, pues ya participaba en el siglo XVI en la procesión del Jueves Santo. En el año 1905 se incorporó a esta procesión, en la que solo dejó de participar entre los años 1975 a 1980 por las mismas circunstancias que el paso del Descendimiento. En 1989 unos devotos refundaron su hermandad y a partir de entonces lo hacen con gran brillantez.

El 6 de abril de 1928 salía por primera vez el Capítulo de Caballero del Santo Sepulcro, portando en una espléndida carroza al Cristo Yacente en el sepulcro. Aunque saldrá a las 20,00 horas de la parroquia mozárabe de Santas Justa y Rufina, igual que los dos pasos anteriores, tiene su sede canónica y capitular en el monasterio de Santa Isabel de los Reyes.

La hermandad de Caballeros y Damas Mozárabes de Nuestra Señora de la Esperanza de Toledo, después de la autorización pertinente de la cofradía de la Soledad para ocupar el lugar que le correspondía en la procesión, salió por primera vez en el año 1976, portando en andas al Lignum Crucis. Hoy partirá a las 20,00 horas de la iglesia de Santa Eulalia y por María Pacheco, plaza de Padilla, Esteban Illán, Navarro Ledesma y Nuncio Viejo llegará a Hombre de Palo. En una carroza, obra del maestro toledano Carrillo, cerrará la procesión Nuestra Señora de la Soledad, que fue esculpida por Mariano Bellón y con manto de terciopelo bordado en oro.

La imagen de la Soledad es realista. En su angustia infinita, tiene el más severo empaque castellano. Su rostro podría ser el de cualquier toledana, tan realista es, pero el de una madre toledana hondamente afligida y cristianamente resignada con su máximo dolor. La Virgen da una impresión de belleza emocionante. Es muy hermoso su rostro, de facciones correctas y atrayentes, pero de rostro de madre.

En vigilante espera, y la iglesia católica permanece, meditando, junto al sepulcro de Jesús su Pasión y Muerte. En los templos un silencio sobrecogedor. Los altares están desnudos en espera de la celebración eucarística hasta la noche con la Vigilia Pascual.

El último desfile penitencial de la Semana Santa, que recordemos está declarada fiesta de Interés Turístico Internacional, es la procesión en forma de Via Crucis del Santísimo Cristo de la Buena Muerte, que saldrá a 1,00 horas ya del sábado de su sede canónica, el monasterio franciscano de San Juan de los Reyes. El 20 de abril de 1957 salía de su sede con un pequeño crucifijo que las monjas clarisas franciscanas del convento de Santa Clara cedieron gustosamente. Realizó un largo recorrido hasta la Cruz de los Caídos, ubicada cerca donde se rezó un responso y se regresó al convento.

El recorrido que realizará hoy comenzó a recorrerle en 1975, salvo la desviación al monasterio de Santa Isabel para leer la cuarta estación que hace desde hace unos años. Será el siguiente: salida del monasterio de San Juan los Reyes, Ángel, Santo Tomé, calle y callejón de Santa Úrsula, monasterio de Santa Isabel de los Reyes (donde se leerá la cuarta estación), Santa Isabel, plaza del Ayuntamiento, Arco de Palacio, Nuncio Viejo, plaza de Amador de los Ríos, Navarro Ledesma, Instituto, plaza de San Vicente, callejón del Abogado, plaza de Santa Clara, convento de Santa Clara (donde se leerá la novena estación), cobertizos de Santa Clara y de Santo Domingo el Real, plaza de Santo Domingo el Real, Buzones, plaza de la Merced, Real, puerta del Cambrón y Reyes Católicos hasta su sede canónica.

Durante el recorrido los cofrades guardan un profundo silencio, roto por la lectura de las estaciones del Vía Crucis y los salmos penitenciales que se cantan. El Crucificado es portado sin andas en los hombros de tres cofrades de ambos sexos y es obra del escultor toledano Mariano Guerreo Corrales. Es el acto penitencial que no se ha suspendido, una vez anunciada su celebración, pues en caso de lluvia se desarrolla por el espléndido claustro del monasterio franciscano.

La Vigilia Pascual comenzó a celebrarse por las noche el 24 de marzo de 1951, gracias a la restauración que de la misma hizo el Papa Pio XII. Esta noche el matracón catedralicio anunciará que a las 23,00 horas en la catedral el arzobispo primado, Francisco Cerro, concelebrando con el cabildo primado, oficiara la Vigilia Pascual, que comenzará con Lucernario, seguido de diferentes lecturas de la Palabra de Dios, y a continuación la llamada liturgia bautismal y la cuarta la celebración de la eucaristía.

Al cantarse el Gloria a Dios en el cielo, el templo se iluminará, romperán a zonas los órganos y el carrillo de la torre gótica catedralicia desgranará sus alegres tañidos. A continuación, tendrá lugar una ceremonia única en el mundo y propia de la catedral primada, de origen mozárabe, en la cual unos monaguillos ofrecen al prelado unos corderos.