Toledo, referencia nacional en el tratamiento de miomas con radiofrecuencia

«He tratado pacientes de Toledo, Canarias, Jaén, Málaga, Venezuela, Galicia...», dice a ABC la doctora Cañete, cuya técnica tan solo se realiza en los hospitales Quirón Salud de Toledo y Sevilla.

Los miomas uterinos son tumoraciones benignas que afectan al 70% de la población femenina hasta los 50 años, de los cuales el 25% son sintomáticos. La mayoría de ellos son asintomáticos y no precisarán tratamiento. Estudios recientes asocian la vascularización del mioma al potencial del crecimiento. Pacientes con deseos de gestación en el futuro y miomas muy vascularizados se plantean si tratar los miomas en el espesor del útero (intramurales) para que no crezcan e interfieran con su embarazo.

Los síntomas de la presencia de este tipo de miomas son menstruaciones largas y dolorosas, presión, malestar en la pelvis, dolor pélvico y/o lumbar, presión rectal, molestias o dolor durante las relaciones sexuales, abortos, y dificultad para quedarse embarazada. Explica la doctora Cañete que es recomendable que la valoración en la selección del tratamiento la realice un ginecólogo familiarizado con los miomas, «sobre todo en casos en los que la fertilidad de la paciente o la pérdida del útero son problemas a tener en cuenta. El tratamiento del mioma debe ir de menos a más».

A veces, los sangrados se pueden controlar con un anticonceptivo o con un DIU hormonal, aunque estos tratamientos corrigen el sangrado pero no tratan el mioma. El tratamiento con Acetato de Ulipristal (Esmya 5 mg), es muy eficaz para la reducción del sangrado y el dolor, puede reducir el tamaño del mioma y se puede pautar en modo continuo intermitente.

Entre los tratamientos mínimamente invasivos está la técnica de embolización de miomas, «un método muy eficaz que no se recomienda en principio en mujeres que deseen embarazo, tiene el inconveniente del dolor la semana después del procedimiento y el riesgo del 15% de quedarse sin regla».

HIFU es la Radiofrecuencia guiada desde el exterior, no actúa directamente sobre el mioma y el coste es más del doble que la Radiofrecuencia vía vaginal, siendo el tiempo de tratamiento es muy superior al de la Radiofrecuencia por vía vaginal. Otros métodos son la extirpación del mioma por medio de cirugía laparoscópica, histeroscópica o cirugía abierta. Todos ellos tienen los problemas propios de la cirugía.

La histerectomía es la extirpación completa del útero. Debe quedar reservada para los casos en los que no es posible ningún otro tratamiento. Las pacientes sin útero tienen hasta 4 veces más frecuente incontinencia de orina y prolapsos genitales (no se ha estudiado suficientemente el efecto de la histerectomía sobre la sexualidad).

La ablación por radiofrecuenci a es un tratamiento minimamente invasivo, alternativo a la cirugía, que actúa directamente en el interior del mioma termocoagulando el tejido a través de una aguja muy fina que emite radiofrecuencia en su punta de manera controlada en toda la superficie del mioma y sin dañar el músculo uterino. El mioma irá reduciendo su tamaño, en algunos casos hasta la completa desaparición por reabsorción.

Entre los beneficios de la radiofrecuencia es que es alternativa a la cirugía, no requiere ingreso hospitalario, evita riesgos quirúrgicos, existe la posibilidad de tratar varios miomas en la misma intervención, no se produce agresión al resto del útero ni al miometrio ni al endometrio (muy portante en las mujeres que desean tener hijos), no supone baja médica, la paciente puede viajar el mismo día de la intervención, rápida recuperación de la paciente y preservación de la fertilidad. «Actualmente he dado un paso en la aplicación de nuevas tecnologías en el tratamiento de miomas que no fue posible en el hospital público por falta de presupuesto. Por la importante demanda que tendría en la población, todas las mujeres con miomas se querrían tratar con esta técnica para que no les aumentaran sus miomas. Por ello lo he implementado en la privada», explica la ginecóloga.