Dulcinea, Aldonza y Valle, las tres amantes de don Quijote

Hace tiempo escribí en estas mismas páginas que Valle Hidalgo, autora del texto, de la coreografía y del vestuario «disecciona la doble personalidad del personaje femenino de la novela universal castellana para llegar a la conclusión de que Aldonza y Dulcinea convergen y son mujeres también de nuestro tiempo».

Hoy me reafirmo y considero que nuestra dramaturga reivindica oportunamente a don Miguel el valor de la mujer en una historia desmesurada (soñar lo imposible, soñar) protagonizada casi por hombres.

A través de estos personajes femeninos, Valle Hidalgo (VH) nos enseña que mito y realidad confluyen y van fundiéndose con sus luces y sus sombras; que ambas mozas –aunque Dulcinea nunca toma la palabra- son dos caras de la misma moneda; que los sueños a veces se consiguen y que el poder del amor sigue siendo el motor más potente del mundo. Al fin y al cabo, la vida se reduce a estas cuatro palabras: amar y ser amado.

Valle Hidalgo, virreina de México, como la calificó un rotativo azteca, estrena por fin en casa. Hace treinta años saltó al escenario del Teatro Rojas con un papel colectivo, coral. Hoy es protagonista absoluta tras pasear a las damas de don Quijote por Broadway, Toledo (Ohio), Miami, México, Perú, República Dominicana, Madrid, Villafranca de los Caballeros y, cómo no, el Toboso.

Estamos ante una obra de teatro extraída de las entrañas de El Quijote, sí, pero su fuerza reside no solo en un sólido texto sino también en los ricos matices que recrean los sueños, amores y desamores que viven las dos mujeres co-fundiéndose en una. Es la fuerza del amor que todo lo trasforma.

Valle Hidalgo ha recorrido en todas direcciones los caminos de los mejores escenarios con su Birlibirloque Producciones. Y ha gozado del favor de los niños y de los padres con sus travesuras infantiles. Ha sido durante mucho tiempo una actriz «de familia».

Estamos seguros de que con este drama, Valle se consagrará como nuestra primera actriz creativa. Creer es crear, dijo don Miguel, don Miguel de Unamuno. Y Valle entiende que una artista ha de dominar no solo la escena sino también el texto, el vestuario, la figuración, el sonido, la luz… VH se ha convertido en una artista global.

Los que la conocemos y la queremos desde antaño, hoy tenemos que reconocer que ha madurado tanto que ha encontrado la plenitud de su carrera artística. Y por ahí hay que seguir. Está, sencillamente espléndida en los ensayos que hemos tenido el privilegio de contemplar en privado. Y lo demostrará este viernes en el Rojas. Todos estaremos, pues, apoyándola.

La verdad es que hacer teatro en tiempos de crisis puede calificarse de heroísmo.

Converso con Valle unas horas antes de que se abra el telón del histórico teatro toledano. Valle se muestra nerviosa «por la responsabilidad». Me pide que agradezca a Paco Plaza haberle programado en este tiempo de otoño; no olvida que la Junta de Comunidades le ha dado un espaldarazo especial a su trabajo, apoyando la cultura «en estos tiempos tan convulsos»; se siente en deuda con el Obrador Santo Tomé que posibilitó la rueda de prensa de presentación, y con los medios de comunicación toledanos que están proyectando una imagen muy positiva de su vuelta a la escena.

«Gracias a Dios –confiesa a ABC– me siento con mucha ilusión y cuatro lustros después de debutar en estas tablas, no he perdido aún la pasión por este noble oficio; es un privilegio vivir (incluso precariamente) de esta vocación tan poderosa del arte de Talía, haciendo un poco más felices a la gente. A veces -como ahora- la artista necesita los aplausos del público en directo. Gracias de nuevo. Os espero en el Teatro Rojas».

Todos al teatro; todos con Valle. No os defraudará. Volver a beber en los manantiales de don Miguel es seguir creyendo y soñar en lo imposible. Soñar, todavía, no nos cuesta nada. Dulcinea/Valle/Aldonza, las tres amantes de don Quijote este viernes sobre el escenario del teatro del Rojas de Toledo. VH, ¡mucha mierda!