Egido y Del Pozo agradecen las Medallas Oro a una región que se «mira más allá del ombligo»

La filóloga, catedrática y académica Aurora Egido, que ocupa la silla B de la Real Académica Española desde 2014, ha sido reconocida por su gran contribución al conocimiento de la literatura española, mientras que Raúl del Pozo ha recibido la Medalla de Oro por su trayectoria periodística y literaria vinculada desde sus orígenes a la comunidad autónoma.

El conquense Raúl del Pozo ha subrayado que «frente al tópico» son «profetas en el lugar donde nacimos» y ha subrayado: «hoy nos ha premiado una región que mira mas allá del ombligo, al contrario que otras geografías contaminadas por la peste del nacionalismo».

El periodista ha incidido en que Castilla-La Mancha está «en primera línea» en la defensa de la Constitución, la unidad y la defensa de todos los españoles, y ha señalado las diferencias de la actual Castilla-La Mancha con aquella meseta que conoció en su niñez.

«Estoy muy orgulloso de recibir la Medalla de Oro», ha enfatizado Raúl del Pozo quien ha agradecido el honor a «la tierra en que nací».

En declaraciones posteriores a los periodistas, Raúl del Pozo ha agregado que está «completamente en contra de la aventura del separatismo catalán» que, ha precisado, es «una aventura de unos políticos que nos puede llevar a la ruina».

Por su parte, Aurora Egido (Molina de Aragón -Guadalajara-, 1946) ha admitido sentirse «feliz» por el reconocimiento y ha aludido en su discurso a fray Luis de León, que nació en la provincia de Cuenca- y que invitaba a elegir las palabras que más convienen, tanto por su claridad como por su armonía.

También ha apelado al patrimonio de la lengua española y se ha referido al cuarto centenario de la publicación de Persiles y Sigismunda, la obra «precursora del realismo mágico» que Cervantes finalizó pocos días antes de morir.

Egido ha finalizado su discurso recordando de nuevo a fray Luis de León cuando anima a que cada uno abrace a los demás «sin perder su singularidad» y lo ha terminado con una amplia sonrisa diciendo «muchísimas gracias de corazón».

Junto a las dos Medallas de Oro, el Gobierno castellano-manchego ha nombrado tres Hijos Predilectos y dos Hijos Adoptivos y ha entregado nueve Placas al Mérito regional.

Los elegidos como Hijos Predilectos han sido el exbanquero y afectado de esclerosis lateral amiotrófica (ELA) Francisco Luzón, nacido en El Cañavate (Cuenca); el coleccionista de arte Antonio Pérez, de Sigüenza (Guadalajara), y el médico toledano Alberto de Pinto, fundador de la Federación de Parapléjicos y Grandes Discapacitados Físicos (Aspaym).

Los Hijos Adoptivos, por su parte, son el médico de Atención Primaria de Noblejas (Toledo) y presidente de la Organización Médica Colegial de España, Juan José Rodríguez , y la actriz Terele Pávez.

El Gobierno regional ha hecho entrega asimismo de nueve Placas al Mérito Regional. En primer lugar, se ha reconocido al colectivo «Los Guachis» del Hospital Universitario de Albacete por su contribución solidaria y apoyo a los niños afectados de cáncer. También ha recibido este galardón la Fundación «Ciudad de Sigüenza», reconocida por la revitalización que a lo largo de sus 20 años ha realizado del casco histórico de este municipio y de su patrimonio histórico.

El Ejecutivo autonómico ha reconocido a la familia Canto Muñoz por su ejemplo de lucha y solidaridad en la normalización de las adopciones de niños con necesidades especiales , así como a la Cooperativa Agrícola «El Progreso», ubicada en Villarrubia de los Ojos (Ciudad Real), por su contribución al desarrollo cooperativo agrario de Castilla-La Mancha.

Otro de los reconocimientos al mérito regional ha sido para Carmen Hombrados Dávila, natural de Valdenoches (Guadalajara) y que destaca por su contribución al movimiento asociativo de personas mayores de esta provincia; y al restaurante «El Bodegón» de Daimiel, referente gastronómico de Castilla-La Mancha y un auténtico museo bajo tierra.

También ha recibido placa BASF Española S.L., una de las empresas más emblemáticas de la provincia de Guadalajara y de la región, que durante los últimos 29 años ha desarrollado una actividad productiva que genera 629 empleos y una inversión de 110 millones de euros. Igualmente, se ha distinguido la Asociación de Daño Cerebral Sobrevenido de Castilla-La Mancha (ADACE), que nació en 2002 a iniciativa de María del Carmen Cabellos Aparici, por su contribución en la atención de personas con esta discapacidad.

Por último, ha recibido también reconocimiento la trayectoria profesional y empresarial en el mundo de la moda de Alejandro de Miguel, diseñador natural de Miguel Esteban (Toledo), que a los 18 años abrió su propio taller y que atesora una andadura profesional plagada de éxitos.