Las tierras raras remueven de nuevo el Campo de Montiel

Aunque el nombre de tierras raras podría llevar a la conclusión de que se trata de elementos escasos en la corteza terrestre, según explican los expertos, algunos elementos como el cerio, el itrio y el neodimio son más abundantes. Y se las califica de «raras», ya que es muy poco común encontrarlos en una forma pura, pero resulta que hay depósitos de algunos de ellos en todo el mundo.

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ABC

Han hecho constar así su «más firme oposición» al proyecto de Quantum para explorar 9.000 hectáreas en busca de neodimio en los términos municipales de Santa Cruz de Mudela, Torrenueva y Valdepeñas

Uno de los lugares donde se encuentran algunos de estos minerales es en Castilla-La Mancha, y más concretamente en la comarca ciudadrealeña de Campo de Montiel, donde la empresa Quantum Minería pretende llevar a cabo un plan para extraer estos componentes para coches eléctricos entre los términos municipales de Santa Cruz de Mudela, Torrenueva y Valdepeñas.

Una situación que llega pocos años después de que la Justicia tumbara el intento de la compañía de desarrollar otros proyectos cerca del de ahora, entre Torrenueva y Torre de Juan Abad, con los nombres de 'Matamulas' y 'Rematamulas', que habrían afectado a 17.330 hectáreas de terrenos con alto valor agrícola y natural. Esto es lo que decía la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha del 8 de enero de 2021, en base a los argumentos en contra de amplios sectores sociales de la comarca, entre administraciones públicas, asociaciones agrarias, ecologistas y plataformas ciudadanas.

Ahora, tres años después, la historia se vuelve a repetir. Con el nombre de 'Neodimio' -uno de los componentes de las tierras raras-, Quantum Minería ha propuesto otro proyecto para explorar la zona, que afectaría a casi unas 9.000 hectáreas. Desde la compañía indican a ABC que lo que solicitan en una primera fase es un permiso de investigación minera, algo que presentó ya a principios del 2023 al Gobierno de Castilla-La Mancha y que en Navidad se sometió a consultas para presentar posibles alegaciones hasta principios de febrero.

Según explican, «para realizar esa investigación se seleccionan las áreas a investigar y en ellas se recogen manualmente muestras superficiales de aproximadamente 2,5 kilogramos cada una. Analizado el contenido en tierras raras de esas muestras, se determina las zonas en las que sería aconsejable realizar las calicatas».

«En esa fase de intervención -informan- es preciso excavar calicatas, con una excavadora estándar, y tomar muestras que incluyen todo el espesor del sedimento, entre 1,5 metros y 5 metros de profundidad y retirar entre 20 y 30 kilogramos de tierra, volviendo a rellenar el hueco. En un proyecto minero como el que se comenta, podría afectar como máximo a unas 200 hectáreas y habría que tomar, solo si las fases anteriores arrojaran resultados positivos, unas 400 muestras. Es decir, dos tomas de muestra por hectárea identificada».

Y, en segundo lugar, para pasar a la fase de explotación, la empresa debe realizar un estudio de viabilidad técnica, financiera y medioambiental y someterse al proceso de declaración de impacto medioambiental y obtener el permiso necesario por parte del Gobierno de Castilla-La Mancha, que es quien tiene las competencias.

En este sentido, el Grupo Español de Materias Primas Estratégicas y Críticas (GEMPE/C) ha destacado esta misma semana la «oportunidad para el territorio» que supone el proyecto de extracción de neodimio. Este colectivo, con el afán de «generar un debate informado y constructivo» sobre este asunto, ha emitido un extenso comunicado aportando su punto de vista sobre que podría suponer un proyecto que en cualquier caso se encuentra en fase embrionaria.

Por ello, resaltan «la necesidad y urgencia de explorar y explotar los yacimientos de materias primas existentes en Europa con el objetivo de reducir la dependencia exterior y romper el monopolio que ya ejercen países como China y que ha afectado seriamente a algunas industrias europeas». Entre las necesidades «más apremiantes» señalan la de «aumentar la resiliencia de la UE de la cadena de valor de los imanes permanentes (con tierras raras magnéticas) para motores eléctricos que son vitales para los ecosistemas industriales clave de la UE y de España, como el automóvil, las energías renovables, la defensa y la industria aeroespacial».

Algo que, sin embargo, no convence a gran parte de la población de la comarca del Campo de Montiel, que espera que el proyecto no se lleve a cabo, teniendo en cuenta las manifestaciones de numerosos colectivos en últimas fechas y las alegaciones que están presentando al departamento responsable en esta materia del Ejecutivo castellanomanchego, la Consejería de Desarrollo Sostenible. Su titular, la consejera Mercedes Gómez, asegura que tramitarán la petición de Quantum «acorde a la ley».

«Somos uno de los gobiernos más garantistas que existen dentro del territorio nacional», afirma Gómez, que recuerda que el procedimiento está en trámite, en periodo de alegaciones dentro de la información pública previa que establece la ley de evaluación ambiental. Por eso, asevera que el Ejecutivo regional no puede decidir «de forma unilateral: «Te guste más o te guste menos, si un proyecto va a adelante o no, lógicamente hay que tramitarlo conforme a la ley».

Uno de los colectivos más reticentes contra este proyecto, como era de prever, es Ecologistas en Acción. Su portavoz en Ciudad Real, José Guzmán, asegura estar viviendo un «déjà vu» con este nuevo proyecto de tierras raras en Campo de Montiel, tras rechazarse el de hace unos años. «No hay garantías para que se desarrolle una actuación de estas características porque necesita mucha agua, que no hay suficiente en la zona, y por el impacto medioambiental que supondría», apunta.

Guzmán destaca que, de desarrollarse la primera fase de investigación, se harían 400 pozos o «calicatas», como se conocen, de hasta 5 metros de profundidad para llevar a cabo las prospecciones. Además, indica, «no se ha explicado que se va a hacer con los materiales que se extraigan».

Entre los argumentos aportados por Ecologistas en Acción en las alegaciones que han presentado, se encuentran los perjuicios que ello acarrearía en la fauna presente en esa comarca. Allí, según ellos, viven cuatro parejas de águila imperial ibérica, ejemplares de los linces ibéricos reintroducidos en los últimos años, con presencia de hembras reproductoras, y un gran número de aves esteparias.

Asimismo, señalan las consecuencias socioeconómicas y patrimoniales, ya que a menos de dos kilómetros del lugar se ubica el recién declarado Parque Arqueológico del Cerro de las Cabezas, 'oppidum' de la Edad del Hierro, asentamiento fortificado que es uno de los mejores ejemplos de la cultura ibérica del actual territorio castellanomanchego, al tratarse de una de las pocas ciudades íberas que no han tenido ocupación posterior al siglo II a.C.

Este yacimiento arqueológico se encuentra a 8 kilómetros al sur del municipio de Valdepeñas, cuyo alcalde, Jesús Martín, sí se muestra partidario del proyecto si respeta el medio ambiente y su valor añadido se queda en la zona, aunque el ayuntamiento, a través de la junta de gobierno local, ya ha presentado alegaciones genéricas como las de otros municipios. «Yo lo que les dije es que aquí toda la vida hemos vivido del viñedo, del olivar y de la caza. Si tenemos que cambiar el modelo de vida y es a mejor, pues no hay ningún problema. Pero si va a levantar aquí el mineral y se lo va a llevar usted a Estados Unidos con eso no cuente, yo tengo aquí un polígono estupendo para una fábrica para manufacturar ese mineral, y si se cumple con las reglas medio ambientales para que no nos afecte a futuro, nos genera riqueza y podemos fabricar Iphones, divinamente«, manifestó en un comunicado remitido a los medios de comunicación.

Pero si alguien ha luchado contra este proyecto de tierras raras, han sido las asociaciones ciudadanas y otras entidades del Campo de Montiel, que ahora se han unido en una plataforma conformada por trece organizaciones que han firmado un manifiesto para mostrar su oposición. Los firmantes rechazan «todos aquellos proyectos claramente especulativos que, aprovechando el contexto de la guerra de Ucrania y en nombre de la lucha contra el cambio climático y de una transición energética mal entendida, pueden resultar perjudiciales para las comunidades, el medioambiente y las actividades económicas tradicionales, en particular los sectores agropecuario y turístico».

Por esos motivos, instan a las autoridades competentes a escuchar la preocupación social de las comunidades y a tomar medidas concretas para el rechazo de los planes extractivos de Quantum Minería garantizando la protección de las familias, el medio ambiente y el tejido económico sostenible que desde siempre ha caracterizado las comarcas afectadas. «Es nuestra responsabilidad garantizar un legado ambiental y social positivo para las generaciones venideras y la minería de tierras raras no cumple con este compromiso», concluyen los colectivos de esta plataforma, que consideran «necesario el establecimiento de alternativas sostenibles para el desarrollo buscando soluciones que no sacrifiquen el bienestar de las personas ni la integridad de un territorio compartido con otras especies».