Cien casas desalojadas en Iniesta (Cuenca) tras el paso de otra fuerte tormenta en Castilla-La Mancha

Pues bien, este miércoles un nuevo nombre se ha sumado a esta infausta lista de damnificados: Iniesta (Cuenca). Este municipio de más de 4.000 habitantes situado en La Manchuela conquense ha sufrido en las últimas horas las consecuencias de una tremenda tormenta de granizo y fuertes lluvias que ha obligado a desalojar unas cien viviendas y a cortar por acumulación de agua la carretera CM-3222, que ya ha podido ser abierta al tráfico, según ha informado el servicio de emergencias 112 de Castilla-La Mancha.

Ahora, unas horas después, es momento de hacer limpieza y hacer balance de los daños provocados por este nuevo episodio tormentoso que ha afectado a Iniesta, que ya se vio sorprendido por un hecho parecido hace justo dos años. El alcalde, José Luis Merino, ha expresado a ABC su pesar por la situación que están viviendo y, por eso, ha anunciado que su ayuntamiento pedirá la declaración de zona catastrófica por los cuantiosos desperfectos.

La tormenta comenzó sobre las ocho de la tarde de este martes en forma de granizo y fuertes lluvias por toda la comarca de La Manchuela, una situación que duró en torno a una hora y que afectó sobre todo al término municipal de Iniesta, aunque también en las localidades vecinas de Ledaña y La Alberca de Záncara.

«Iniesta está enclavada en una V, ya que se ubica en una hondonada donde vierten sus aguas una acequia y una rambla«, indica Merino, que explica que «todo el agua de las fuertes lluvias caídas de tierras arriba llegaron aquí y nos vimos sorprendidos por una riada de la Cañada de la Encina, que afectó a la zona de la Malvinas, y las aguas provenientes de la Cañada del Monegrillo, que ha causado daños en el auditorio municipal».

Como consecuencia de ello, más de cien personas tuvieron que ser desalojadas porque las abundantes lluvias anegaron sus viviendas y ahora están volviendo a ellas para achicar agua y arreglar los desperfectos, trabajos en los que han colaborado los bomberos de la Diputación Provincial de Cuenca y miembros de Protección Civil.

Sin embargo, esos no son los únicos afectados por la fuerte tormenta, puesto que el granizo y las riadas han asolado las zonas de cultivo que se extienden por el municipio, dañando especialmente el viñedo y las instalaciones de la conocida cooperativa vitivinícola del pueblo, la Unión Campesina Iniestense, que se encontraba inmersa en las labores de la vendimia de este año.

Ahora, muchos de los desalojados, después de intentar descansar y pasar la noche en casas de familiares y amigos, tal y como ha informado el regidor iniestense, están volviendo poco a poco a sus domicilios para tratar de recuperar sus enseres y los recuerdos que se ha llevado el agua. «Ojalá este mal sueño pase rápido y volvamos a recuperarnos lo antes posible», concluye José Luis Merino.

Todo ello es fruto de una nueva DANA, que se está dejando notar con tormentas y lluvias localmente fuertes en Castilla-La Mancha, especialmente en la zona este de la comunidad autónoma. Según ha informado el servicio de emergencias 112 de Castilla-La Mancha, este martes se produjeron 64 incidentes en la región a consecuencia de este fenómeno meteorológico, registrándose 53 de ellos en la provincia de Cuenca, que fue la más afectada.

Como consecuencia de ello, otra carretera conquense, la CM-311 en Villanueva de la Jara , tuvo que ser cortada por acumulación de agua en la calzada, aunque ya está reabierta al tráfico. A poca distancia de allí, en Motilla del Palancar, una fuerte tromba de agua provocó inundaciones y riadas que arrastraron coches en algunas zonas como la avenida del Riato, tal y como puede verse en varios vídeos y fotografías compartidas por usuarios de la red social 'X' (anteriormente Twitter).

El Ayuntamiento de Motilla del Palancar, a través de las redes sociales, pidió a los vecinos de la localidad «no transitar con vehículos por zonas de escorrentías de agua dentro del municipio, salvo que sea estrictamente necesario, tanto por la seguridad de los propios conductores, como para no propiciar entradas de agua en bajos y locales».