Una oportunidad para los silos

Este trabajo ha sido realizado para la asignatura «Trabajo Proyectual: Desarrollo Urbano y Territorial», de 4º curso del Grado en Ingeniería Civil y Territorial, impartida por los profesores José María Coronado, Javier Ramírez de Arellano y Javier Rodríguez Lázaro. Los silos se levantaron en la primera mitad del siglo XX y su función era la de almacenar el grano. Hoy se encuentran en desuso y, en muchos casos, abandonados, aunque siguen siendo un elemento característico de muchos pueblos.

Los profesores recuerdan que hay proyectos, como el llamado «Titanes» de la Diputación de Ciudad Real y la asociación Laborvalía , que han devuelto a los silos cierto protagonismo al ser pintados por artistas urbanos y discapacitados. Sin embargo, en general están olvidados. Por eso, los profesores plantearon a sus alumnos el reto de recuperar las parcelas sobre las que se levantan los silos de cereal y sus edificios anexos como espacios públicos al servicio de los vecinos de los municipios.

El estudio comenzó con la búsqueda de información, la historia del servicio nacional del trigo, el contexto histórico, la tecnología y los ejemplos de recuperación de edificios de almacenaje del grano en España y en el extranjero. Con todo, los estudiantes realizaron un inventario y un análisis de los 99 silos construidos en las provincias de Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Toledo. Así pues, se han establecido diferentes tipologías en función del tamaño de la parcela, su ubicación o los usos del suelo del entorno. También se han revisado los silos y sus parcelas que han sido reutilizados para alguna actividad, como centros deportivos, plazas, estaciones de autobús, biblioteca o parques de bomberos.

El profesor José María Coronado cree que hay una «gran oportunidad» para dar una nueva vida a las parcelas de los silos, «recuperando espacios infrautilizados y favoreciendo la culminación de la puesta en valor de estas magníficas construcciones». Los estudiantes han propuesto, por ejemplo, crear plazas en Malagón, donde la parcela del silo se abre para integrarse junto a un pequeño tramo de calle con la estación de autobuses, y en Tarancón, donde se abre como plaza conectada con una pasarela sobre el ferrocarril con el otro silo, que está situado al otro lado de las vías y que se incluiría en un futuro parque-museo de escultura al aire libre.

Mientras, en Daimiel y Ciudad Real los estudiantes proponen integrar el silo en un parque. En Corral de Calatrava la idea es que forme parte de un espacio polideportivo que incluya un aparcamiento de autocaravanas. En Hellín abrir un vial y una plaza, además de un espacio deportivo al aire libre y un gimnasio en las naves anexas. En Calzada de Calatrava, un museo dedicado a Pedro Almódovar. Y en Porzuna o Herencia, donde los silos se sitúan en la periferia, que sean destino de vías verdes.