Las Cruces y Mayos de Piedrabuena, Fiestas de Interés Turístico Regional

Patricia Franco ha afirmado: «Las Cruces y los Mayos de Piedrabuena han sido merecedoras de la declaración de Fiesta de Interés Turístico Regional, una declaración que desde el Gobierno regional acabamos de otorgar» y que se publicará el próximo lunes en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha (DOCM).

La consejera, que ha visitado este sábado Piedrabuena, para mantener un encuentro con los colectivos y asociaciones que colaboran en el mantenimiento de esta tradición, ha señalado que para el Gobierno regional es una satisfacción incorporar al catálogo de Fiestas de Interés Turísticos Regional la de las Cruces y Mayos.

Acompañada por el alcalde de Piedrabuena, José Luis Cabezas , y por la directora general de Turismo, Ana Isabel Fernández Samper y por el delegado de la consejería en Ciudad Real, Agustín Espinosa, Patricia Franco ha reconocido que fiestas tan singulares como esta contribuyen a potenciar el turismo en la región.

Por su parte, Cabezas ha valorado el trabajo desarrollado en los últimos años por los técnicos municipales y el propio equipo de gobierno del Ayuntamiento para presentar el informe que ha permitido esta declaración.

Ante más de un centenar de representantes de colectivos y asociaciones, Cabezas ha dicho que este sábado es un día importante para Piedrabuena, porque se reconocen «aún más» las Cruces y Mayos de Piedrabuena.

El regidor de Piedrabuena las ha calificado como «una de las tradiciones más originales del patrimonio etnográfico de Castilla-La Mancha , que más celosamente han sabido preservar los habitantes de este municipio a lo largo del tiempo».

Los orígenes de esta tradición los sitúan los historiadores en 1212, año en que Alfonso VIII encabezó la reconquista de España y desde el que entonces se conoce en este municipio la devoción a la Santa Cruz.

Las fiestas de la Santa Cruz, que anualmente se celebran en los primeros días del mes de mayo, data de unos años después, hasta convertirse en una de las tradiciones que más raigambre y popularidad han alcanzado en este municipio.

Durante los primeros días del mes de mayo, los vecinos reproducen altares en los que instalan dos variedades de cruces, de tela y brezo, que son colocadas en las habitaciones de sus casas que esos días se abren al pueblo.

Para adornar las cruces, que se instalan sobre un altar, los vecinos emplean telas con las que se revisten todos los espacios de la habitación, que las dotan de luminosidad y majestuosidad.

La otra variedad es la que se elaborada en brezo y que se realizan revistiendo el altar central sobre el que se instala la cruz, con plantas de brezo florecido en color purpúrea o blanco, en las que el agua, el musgo, las plantas y los animales son utilizados para aderezar la estancia.

Junto a las Cruces cobran especial importancia el canto de Los Mayos, considerado «otra joya del patrimonio etnográfico regional» .

Los mayores recuerdan cómo los mozos, que por ese mes se quedaban a dormir en las quinteras para realizar las tareas del campo, bajaban al pueblo a cantarle a las mozas letras picarescas y amorosas.

Pero no solamente las mozas eran la única inspiración para los mozos, también lo eran la Virgen, el Cristo y la Cruz, a los que dedicaban sus cantos.

'Los Mayos' de Piedrabuena destacan especialmente por el peculiar «ritmo interpretativo» que imprimen en su interpretación los cantantes y músicos, que son conocidos como 'mayeros'.

Tanto las Cruces como los Mayos concitan cada año el interés de miles de personas que acuden a este municipio ciudadrealeño a disfrutar de esta tradición.