El Rey Felipe VI, en el homenaje a las víctimas del Covid: «España jamás olvidará a los ciudadanos que se enfrentaron a esta dura enfermedad»

Minutos antes de las nueve de la mañana, cuando en Madrid todavía se podía transitar gracias a las bajas temperaturas de las primeras horas del día, Don Felipe y Doña Letizia accedían al Palacio Real por la puerta del príncipe, donde han sido recibidos por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y los miembros de su Ejecutivo, a excepción del ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska , que se encuentra en Liubliana. A diferencia del año pasado, Sus Majestades no han contado con la compañía de sus hijas, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía .

Al acto han asistido un total de 700 personas , que se han situado en el centro de la plaza de la armería, en círculos concéntricos, entorno a una llama votiva en recuerdo de las víctimas de la pandemia. Entre los asistentes se encontraban 102 familiares de trabajadores del sector sanitario . Este homenaje ha querido ofrecerles a todo ellos el consuelo y agradecimiento de todo el país. Unos «héroes» cuyo «sacrificio fue inmenso y lo sigue siendo», afirmó el periodista Fernando Ónega , encargado de conducir el acto.

El Rey Felipe VI se ha dirigido a todos ellos y a los españoles que han seguido el acto desde sus casas. Ha comenzado recordando este mismo homenaje de hace un año, donde se rindió «con emoción y ante tanto dolor e incertidumbre», el homenaje de una Nación a las miles de personas que habían fallecido a causa de la pandemia: «Entonces dije que aquel sería un día que conservaríamos en nuestra memoria; que quedaría grabado en nuestros corazones; un día que dejaría huella en nuestras conciencias». «Hoy regresamos a este lugar porque necesitamos y debemos recordar a todos aquellos que —hasta entonces y desde entonces— no están con nosotros. Y mostrar del modo más solemne nuestro profundo respeto, reconocimiento y admiración al personal sanitario que, desde los inicios de esta crisis, trabajó sin descanso, con determinación y total entrega tratando de contener una enfermedad para la que, en esos momentos, no se disponía de tratamientos ni vacunas», añadió.

Don Felipe ha asegurado que « no existen palabras que de verdad consuelen la ausencia de un ser querido »: «Y, aunque hacerlo resulta verdaderamente difícil, quiero decirles que cuentan con todo nuestro sentimiento, con nuestro mayor respeto y con nuestro abrazo emocionado. España jamás olvidará a los ciudadanos que se enfrentaron a esta dura enfermedad».

El Rey ha recordado «a todos los que fallecieron en soledad», a «esa generación de personas mayores que tanto vacío han dejado» y «a todos los profesionales de la Sanidad que entregaron lo más preciado que tiene el ser humano: su propia vida. Y que lo hicieron tratando de salvar muchas otras. Todos ellos, con su ejemplo, ya han dejado una huella indeleble en nuestra historia». No ha dudado al decir que «es responsabilidad de todos, autoridades e instituciones, mantener viva la memoria de lo sucedido» : «Y esa memoria también se ejerce aprendiendo de todo lo vivido ». Ha declarado que «es tarea de todos seguir cuidándonos y protegiéndonos para poder dejar atrás cuanto antes estos tiempos tan difíciles». Un esfuerzo en el que «nadie puede quedar al margen» ni «permanecer indiferente»: «Seguimos luchando contra el virus y sus efectos sobre la vida, la salud, nuestra vida en sociedad, el trabajo y la actividad económica».

Sonaba el segundo movimiento (Adagio) del concierto para oboe de Alessandro Marcello, interpretado por la orquesta de Radio Televisión Española y del coro intergeneracional del Orfeón Pamplonés, cuando los asistentes al acto se han puesto en pie para ser testigos de la imposición de las Grandes Cruces al Mérito Civil por parte del Rey Felipe a cuatro representantes de las familias de los sanitarios homenajeados, que fueron las de los doctores Joaquín Díaz Domínguez , jefe de servicio de cirugía del Hospital La Paz de Madrid, y del otorrinolaringólogo Jesús Anglada ; del auxiliar de enfermería, Pablo Riesgo y de la doctora Nedialka Veleva .

«Hoy estoy aquí porque mi padre ya no está, como tampoco están hijos, parejas, padres, hermanos de todas las familias que hoy asistimos a este homenaje. Hoy estoy aquí porque mi padre ya no está, falleció víctima del Covid el 18 de abril de 2020. Era un hombre bueno, alegre, magnético. No le pudimos dar el último abrazo ni el apretón en la mano, no nos dijimos adiós», ha señalado María Díaz Diñeiro , hija de Joaquín Díaz Dominguez.

A continuación, con la interpretación de 'Intermezzo' de la ópera Cavalleria rusticana, de Pietro Marcagni, ha tenido lugar una ofrenda floral y un minuto de silencio. Tras el recuerdo a todos los que se fueron, este homenaje también ha querido encender otra llama, la de la esperanz a. Esperanza en la ciencia, en la vacuna, en la inmunidad. Por el anhelo de volver a empezar, cuando la semana que viene se espera que el 60 por ciento de la población española haya recibido la pauta completa de la vacuna.

Como mensaje de aliento para este nuevo comienzo y para los sanitarios, ha sido Araceli Hidalgo, la primera mujer que recibió la vacuna en España, quien ha intervenido en el acto: «Quiero mandar un mensaje a todos los grupos sanitarios: vuestro trabajo y esfuerzo han salvado y están salvando muchas vidas». También se ha dirigido a los jóvenes para pedirles «que respeten la pandemia». Carmen, hija de Araceli, intervino para agradecer el trabajo de los sanitarios y los cuidadores de las residencias: «Doy fe de cómo han protegido y mimado a mi madre».

El evento ha finalizado con el tema coral 'Por eso cantamos juntos', del compositor vasco Josu Elberdin. Al terminar, los Reyes, las autoridades y los familiares del personal sanitario se han dirigido al interior del Palacio Real, donde ha tenido lugar el acto privado.