Meri... no Pita

Lógico que sólo hace unos días, el columnista de ABC y periodista estrella de la COPE, Carlos Herrera, dijera textualmente lo siguiente en ‘Herrera en COPE’, unas palabras que no tienen desperdicio alguno:

La última del día es la pretensión de una ignorante de Podemos, Meri Pita, que es diputada de Las Palmas, que ha presentado una Proposición no de Ley para convertir a Canarias en zona de paz para que no haya fuerzas militares en las islas. A ver, descerebrada, ¿quién te va a defender la isla entonces cuando la ataquen? ¿Tú, personalmente, con la banderita blanca en una mano y un muñequito de Peter Pan en la otra? De verdad, ¿no hay más tontos? Es que en España no cabe un tonto más. ¿Y qué dice de esto José Julio, el héroe del 'Alakrana' y 'ministro de Defensa' de Podemos?

Evidentemente, las frases y los palos dialécticos del periodista almeriense no pueden ser más acertados y suscribo todas y cada una de sus palabras porque es así, porque esta señora está en política por la sencilla razón de que es una profesión que se ha pervertido de tal manera, ha rebajado tanto sus pretensiones, que acepta a cualquier arribista, a personajes de todo pelaje y condición que no tienen ni pajolera idea de lo que se traen entre manos.

Podría suscribir perfectamente una frase que suele decir mi director en Periodista Digital, Alfonso Rojo, cuando tiene que definir a gente como Meri Pita, que no es otra que preguntarme que de qué sórdida pizzería se ha escapado esta mujer o que ya era tenía esos pensamientos absurdos antes de que sus padres fueran novios. De verdad, y ya hablando en serio, ¿quién demontres les ha hecho el casting a los de Podemos en Canarias? Es que mires a donde mires, sólo salen personajazos, gente que cuando no sueltan mamarrachadas por su boca, resulta que tienen un historial cuando menos polémico y alguno de ellos trufado con detenciones policiales bastante pintorescas.

Esta señora, Meri Pita, en cualquier otro país que se presuma serio, ya habría tenido que dejar su escaño ante la burrada que ha dejado para la posteridad. Pero España es diferente y seguro que los cuatro independentistas de turno habrán salido a aplaudir su salida de pata de banco.