La penúltima historia de okupación se produce en un inmueble de la Sociedad Municipal Zaragoza Vivienda, viviendas sociales destinadas a personas vulnerables y con recursos económicos limitados. El caso está ahora a la espera de la resolución de un juez, pero los hechos, según ... se hizo eco el medio digital 'Hoy Aragón', se remontan al pasado 7 de noviembre de 2024 en un bloque de viviendas de la plaza Añón de la capital aragonesa. Uno de los inquilinos renunció a la vivienda (en contrato de alquiler económico) de modo temporal porque padecía problemas de salud. Según reseñó, ingresaba en una residencia, tras más de seis años pagando el alquiler mensual. En poco tiempo, esa vivienda vacía estaba okupada por varias personas, al parecer un matrimonio con un niño pequeño.
Los operarios de la entidad municipal comprobaron que la vivienda estaba siendo utilizada por otras personas, y que la cerradura habría sido manipulada. Había indicios de consumo en los suministros, además de otros cambios en el inmueble. La dueña del piso pidió ayuda a las Fuerzas de Seguridad.
Se ha pedido el desalojo de los nuevos residentes en el piso, así como la restitución de la posesión para la arrendataria. El caso ha quedado visto para sentencia y será la Justicia quien determine si en los próximos días se produce el desalojo de los okupas, que siguen pernoctando en el piso que se quedó vacío solo durante unas cuantas horas.
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