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La lluvia confina a las cofradías de Córdoba en la Semana Santa más cruel que se recuerda
La sucesión de borrascas deja en casa al 78 por ciento de las hermandades y condiciona a las pocas que salieron
Córdoba
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Iniciar sesiónNo hay memoria bastante ni datos suficientes para acercarse a una Semana Santa como la que termina este domingo en Santa Marina. Lo decían las conversaciones de los cofrades, la simple observación y la mirada a lo que se tiene registrado: el castigo de ... la lluvia a las cofradías de Córdoba no tiene comparación con el que se haya dado otro año.
Nadie es capaz de recordar una Semana Santa en que lloviese absolutamente todos los días y en que ninguna de las hermandades pudiera cumplir con el horario que tenía previsto. Incluso las que pudieron completar el camino tuvieron que hacerlo a unas horas distintas. El cielo ha condicionado a las 37 hermandades que tendrían que haber pasado por la Catedral hasta el Viernes Santo, y también la de Jesús Resucitado estará pendiente del tiempo.
Las cifras son demoledoras: suspendieron su estación de penitencia 29 hermandades (el 78 por ciento) y sólo cuatro (Entrada Triunfal, Sentencia, Vía Crucis y Císter) salieron y pudieron regresar a su templo por el camino que tenían previsto. La primera aligeró el ritmo para entrar media hora antes, mientras que las dos del Lunes Santo retrasaron la salida hasta que pasó el último frente lluvioso y pudieron estar en la calle sin sobresaltos.
Las mejores imágenes del Viernes Santo
ABC CórdobaLa lluvia volvió a marcar la jornada y dejó a las cofradías en sus templos
El Císter aguantó varios chaparrones, pero puedo regresar, mientras que las Penas lo hizo acortando el camino de vuelta. El Amor, la Vera-Cruz y la Agonía dejaron a sus imágenes en la Catedral, de donde las dos primeras las sacarán el domingo para el camino de vuelta. La del Naranjo lo hará de manera privada.
El resto fue una amarga sucesión de suspensiones que sin embargo se revelarían como la mejor de las opciones, porque la lluvia terminó apareciendo siempre y en ocasiones con bastante fuerza. Los demás años aciagos que se recuerdan en este siglo XXI quedan empequeñecidos ante la desgracia de 2024: en 2017 llegaron a la carrera oficial 13 cofradías de 35, en 2011 19 de 36 y en 2013, el peor hasta ahora, 11 de 36. Queda el consuelo de que una parte muy mayoritaria de las cofradías de Córdoba no ha sucumbido a la tentación de la aventura.
Los efectos de la borrasca Nelson no terminaron ahí, porque el viento derribó la carpa en que se guarda el paso del Cristo de la Oración y la Caridad, tras la parroquia del Rosario, y la lluvia dañó el trono. Más de 24 horas antes de su salida, la cofradía de la Conversión había tenido que suspender la estación de penitencia y llevar a su titular al interior del templo.
La evolución de las cofradías hay que mirarla entonces por lo que se ha visto en el interior de los templos y por lo que se había avanzado en la Cuaresma. No se ha podido saber si era efectivo el anunciado crecimiento de nazarenos, después de que tantas hermandades hubieran anunciado que habían agotado las túnicas prestadas a sus hermanos para vestirlas en la estación de penitencia. Sí que mostró un cortejo muy numeroso y bien organizado la Sentencia, que continúa con la evolución de los últimos años.
Precisamente fue la corporación con sede en San Nicolás la que brindó las mayores novedades de lo poco que pudo verse en la calle. Estrenó la casa de hermandad, de la que puede salir con mucha facilidad y con la que incorpora un rincón lleno de sabor a la Semana Santa de Córdoba, que es el espacio entre las calles Saravia y Barroso.
El inmueble permite las nuevas dimensiones del paso de palio, que se ha hecho más ancho y más alto sin necesidad de alterar el diseño del que ya es uno de los mejores conjuntos de la Semana Santa de Córdoba, acrecentado por la más numerosa y personal disposición de la candelería que alumbraba a la Virgen de Gracia y Amparo.
Precisamente son estos años en que la Semana Santa de Córdoba ve crecer los pasos de palio, hasta no hace tanto a la espera de que se terminasen los de misterio. Lo hacen en proporciones y bordados. De lo primero es también testigo uno de los conjuntos históricos: el de Nuestra Señora del Mayor Dolor en su Soledad.
La cofradía de Jesús Caído había presentado la reforma del conjunto, que ahora es mucho más corto que el anterior y que tiene las bambalinas unidas. Se había visto vacío, pero los hermanos pudieron comprobar el efecto del manto junto al nuevo techo morado. Para otros años quedará ver en la calle cómo cambia el movimiento del paso, que vuelve a la esencia de los respiraderos de Manuel Seco, los primeros de metal que tuvo la Semana Santa de Córdoba, en 1931.
Se presentaba terminado el techo de la Virgen del Dulce Nombre, culminado por Manuel Solano después de varios años en fases, y habría estrenado la Virgen del Buen Fin su nuevo conjunto, obra de Antonio Villar sobre la última concepción de Fray Ricardo de Córdoba. Sólo pudieron verlo quienes se acercaron a ver a las imágenes tras la suspensión del Viernes Santo.
La Virgen de la Esperanza del Valle habría lucido también la nueva gloria, bordada en oro y sedas por los talleres de Jesús Rosado con diseño de Julio Ferreira. Para los siguientes años tienen que avanzar conjuntos como el de la Virgen de la Alegría, el de la Candelaria o el futuro palio de la Esperanza, porque son años volcados en el bordado en oro y en la culminación de los pasos de Virgen. Gustó, y pudo servir en la calle, el nuevo llamador de Nuestra Señora Reina de los Ángeles, con un esmalte de la iglesia de la Porciúncula, con la concepción de Gonzalo Navarro.
Se trabaja además en los de Cristo: también admiró el frontal bordado del paso de misterio del Buen Suceso, que supone un avance considerable, y continúa el del Señor de la Sangre por los respiraderos. Para otros años quedarán los avances en la talla del misterio de la Entrada Triunfal, que este año se presentó en madera lisa a la espera de seguir con el proyecto de Fernando Alcalá Morales. La nueva túnica en aplicación mejoró además la presencia del Señor de los Reyes en una mañana del Domingo de Ramos que comenzó gris, pero que pudo vivirse sin paraguas abiertos, a diferencia de lo que sucedió a continuación.
No puede hablarse entonces en 2024 de bandas, de marchas o de andar de los pasos. Sí de flores, que muestran dos tendencias: la del clasicismo y la de la innovación. La primera la representan en los misterios los que van por el camino de claveles (Misericordia, Sentencia) o iris (Sangre). El Cristo de la Expiración llevaba flores rojas, igual que la Soledad y las Angustias, y continuaban en claveles blancos pasos como el del Desconsuelo. No fue esta vez de blanco la Virgen de los Ángeles, sino con rosas de un tono muy particular.
Otras hermandades continúan por la combinación de especies hasta ahora menos conocidas, pero con buen efecto, y ahí están la Sagrada Cena, el Prendimiento, la Santa Faz o el Perdón, entre otras muchas, continuando por ese camino de innovación.
La calle se quedó huérfana de cofradías, pero no de personas que quisieran verlas. La sucesión de suspensiones, inalterable desde el Miércoles Santo en adelante, no desesperanzó a los cordobeses, que acudían a la cita en la puerta de las iglesias, aunque lloviera o supieran que iba a hacerlo.
Tras conocerse que no saldrían hicieron cola en el exterior para poder venerar al menos a las imágenes dentro, y muchos no perdieron la esperanza hasta que conocieron las noticias definitivas de que las hermandades no se pondrían en la calle.
Con los pasos quietos en el interior de las iglesias, sólo las jornadas de vísperas resultaron apacibles. Ahí seguía, seguramente por último año, la Presentación al Pueblo, a la espera de encontrar acomodo en algún día de la Semana Santa, y también la O, recién aprobada y ya con el Señor de la Victoria en las Tres Caídas y las primeras figuras de su misterio.
Muchos cordobeses las arroparon en su camino, que en el caso de Cañero llegó a la Catedral, quizá con el miedo que no iban a poder ver en la calle tanto como querían en los días siguientes. Estrenó también en vísperas la Bondad un guardia judío en su paso de misterio y la Quinta Angustia llevó al Señor del Soberano Poder a la Catedral en un Miércoles de Pasión marcado por la sobriedad, mientras que la Salud avanzó su nuevo paso.
Son el futuro de una Semana Santa que sigue avanzando en el patrimonio, pero que tendrá que esperar un año más para que se pueda ver en los cortejos el momento de madurez a la altura de su impronta estética.
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