Andalucía tumba otro tópico: encadena cinco años con menos bajas laborales que la media nacional

Todo eso redunda en el coste por empleado, que en la comunidad andaluza es bastante más barato, concretamente 94 euros. Según este análisis, las empresas hace un pago medio mensual de 360 euros en el sur, frente a los 456 euros del conjunto del país. «De acuerdo con el pronóstico de cierre de 2025 elaborado por MC Mutual y basado en los datos de la población protegida por esta mutua, Andalucía terminará con una de las tasas de ausencias laborales más reducidas, consiguiendo mantenerse por debajo de la media por quinto año consecutivo», señala entre sus conclusiones.

En un momento en el que los niveles de absentismo crecen en todo el país y en el que las grandes compañías lo señalan como uno de los motivos de preocupación como han manifestado durante el Congreso de la Empresa Familiar, Andalucía se reivindica venciendo otro tópico. En este estudio tienen que ver varios factores como causantes, entre los que destaca la influencia del desempleo, la edad de los trabajadores, el compromiso con la actividad que realiza y el funcionamiento del sistema sanitario.

«Este dato no es nuevo, en nuestro análisis hemos echado la mirada atrás cinco años y en cada ejercicio esta región está entre las que menos bajas laborales registra», explica a ABC Ana Ruiz, jefa de servicio de MC IT Consultoría en MC Mutual. Esta profesional, especializada en organización empresarial y bienestar laboral, señala que las bajas de corta duración representan un número alto de casos, pero sólo el 3% de los días perdidos, mientras que las bajas largas son causantes del 90% de los días no trabajados y, por tanto, son las que suponen un mayor coste a las empresas. Entre esos costes directos están el pago de prestaciones, cotizaciones y los complementos. De manera indirecta también asumen las sustituciones cuando las hacen, una pérdida de productividad y de la calidad del servicio.

Entre las causas que explican este balance está el alto nivel de desempleo, cuando mayor es la tasa de paro, menos son las ausencias por enfermedad. Ana Ruiz destaca que «esto viene siendo así desde la crisis de 2007 porque los trabajadores se sienten menos seguros y temen por sus empleos». También apunta a que «entre los jóvenes este comportamiento es especialmente notable, debido a la dificultad para entrar en el mercado laboral». Sin embargo, comenta que «en épocas de bonanza económica, los empleados ganan seguridad y aumenta el absentismo». «Esta correlación se ha mantenido en los últimos veinte años», insiste.

Otro factor que también condiciona es la edad de los trabajadores, «cuanto más cerca está la jubilación, más tienden a ausentarse». Sin embargo, la población trabajadora andaluza está algo más envejecida que la media y en este caso no ha tenido un especial impacto en la estadística. También el modelo económico, en el que hay un mayor peso de la actividad agrícola y menos de la industrial, donde las tasas de absentismo son mayores.

El tercer motivo que destaca es el buen funcionamiento de los sistemas de inspección médica, que según la experiencia de esta mutua, «En Andalucía son más eficaces, pues aceptan un 82% de las propuestas de alta, frente al 52% que se registra en el conjunto de España.

Por sectores, la sanidad y los servicios sociales son los que presentan los niveles más altos de incidencia y de tiempo no trabajado, en concreto el 6,1% del tiempo -un nivel muy superior al 4,5% que se registra de forma general-. Por el contrario, la agricultura, la ganadería y la pesca muestran los valores más bajos y la pérdida de tiempo trabajado es del 2,8%.

Ante todo esto qué puede hacer las empresas. La jefa de servicio de Incapacidades Temporales de MC Mutual considera fundamental analizar el tipo de bajas, identificar las causas para que puedan corregirse internamente y aplicar medidas preventivas como mejorar el entorno laboral, la motivación de la plantilla y la salud en el trabajo. Durante el periodo de incapacidad propone mantener contacto con el empleado para facilitar su recuperación y evitar recaídas con planes de reincorporación gradual y apoyo médico o psicológico.