Agricultura
Los regantes de Córdoba demandan más agua tras las lluvias de marzo
Feragua señala que las precipitaciones hacen prever «una buena campaña» del olivar tras dos muy cortas en fruto
La lluvia devuelve la vida al embalse de Sierra Boyera en Córdoba, que llega casi al 70% de su capacidad

Alivio es la sensación mayoritaria entre los agricultores, en general, y los regantes en particular, tras las cuantiosas lluvias registradas en marzo en Córdoba. A principios de ese mes la situación era de extrema preocupación entre los productores por la baja pluviometría y el menguante estado de los embalses. Todo ha cambiado en pocas semanas como consecuencia de la ingente cantidad de agua caída en las últimas semanas, lo que ha provocado que los pantanos aumenten sensiblemente sus reservas y, con ello, una mejora de las previsiones de los regantes en cuanto a las dotaciones de recursos hídricos con los que podrán contar en la próxima campaña de verano y otoño. Así lo piden los empresarios del sector primario a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), que ya ha abierto la puerta a esa posibilidad.
El organismo regulador informó la pasada semana que «se ha tratado de un mes extraordinariamente húmedo por el paso sucesivo de varios sistemas frontales que han barrido la demarcación de oeste a este con lluvias muy abundantes y generalizadas, siendo las borrascas más importantes las bautizadas como Mónica (registrada entre el 7 y el 9 de marzo) y Nelson (que tuvo entre el 25 y el 31), esta última de mayor magnitud en cuanto a duración y pluviometría registrada».
Las zonas de la provincia que se vieron más beneficiadas con estos chubascos fueron la Vega del Guadalquivir y la capital, con 219 litros por metros cuadrado contabilizados en la estación de Fuente Palmera y 213 en el Aeropuerto de Córdoba.
Las cifras también fueron importantes en el Norte, en el Sur y en el Alto Guadalquivir, aunque algo más reducidas, con 166 y 159 litros en Villanueva de Córdoba e Hinojosa del Duque, 153 y 110 litros en Aguilar de la Frontera y Priego de Córdoba, mientras que cayeron algo más de 74 litros en Montoro. Con todo ello, la cantidad de agua recogida el mes pasado en la ciudad de Córdoba sextuplica la correspondiente al mismo periodo en 2023 y triplica la media de la última década. En lo que va de año hidrológico (desde el 1 octubre al 31 de marzo) ya se han registrado 601 litros, un 41,4 por ciento por encima de la media.
Como consecuencia, la situación de los 15 embalses cordobeses es sensiblemente mejor que hace 30 días. Los pantanos repartidos por toda la provincia se encontraban el pasado viernes a un 40,33 por ciento de su capacidad. Es casi el doble de las reservas existentes a principios de marzo, cuando estas infraestructuras apenas disponían de un 21,43 por ciento de todo el agua con posibilidad de almacenar. Las presas con mejores estadísticas son las de Guadañuno, con un 96,43 por ciento, Guadalmellato, con un 91,78, y Yeguas, con un 81,49. En el otro lado de la balanza aparecen La Breña II y Vadomojón, con un 24,6 y un 25,41 por ciento, respectivamente.
Campaña de riego «media»
El secretario general de Federación Andaluza de Comunidades de Regantes (Feragua), Pedro Parias, resaltó a ABC que en los días de Semana Santa llegaron hasta los embalses de regulación general unos 600 hectómetros cúbicos, «por lo que esperamos una campaña de riego media con unos 3.000 metros cúbicos por hectárea, aunque habrá que esperar a que se reúna la Comisión de Desembalse a finales de este mes».
Hay recordar que estos productores, que en Córdoba suman unas 125.000 hectáreas, apenas dispusieron de 750 metros cúbicos, una cifra exigua para una buena evolución de sus plantaciones. No obstante, de cumplirse las previsiones del representante de Feragua, aunque se estaría a la mitad de aportaciones que consideran normales, que se colocan en los 6.000 metros cúbicos.
«Ha supuesto un cambio radical tanto para el riego, como para el consumo humano y para la generación de electricidad en los pantanos», subrayó Parias, quien señaló los beneficios de estas precipitaciones para todos los cultivos, aunque puso especial énfasis en el olivar porque «se han cubierto las necesidades hídricas del árbol y se espera una buena campaña a partir de octubre, siempre que no haya accidentes climáticos en forma de golpes de calor en abril o en mayo».
Por su parte, el presidente provincial de Asaja, Ignacio Fernández de Mesa, también espera que, gracias a las lluvias de marzo, las dotaciones puedan llegar al 50 por ciento, aunque apuntó que algunos embalses aún mantienen unos niveles de reservas bajos, como La Breña II o el Iznájar. El dirigente agrario agregó que estas precipitaciones «no le han podido venir mejor al olivar, así como a los cítricos y al viñedo» y resaltó «el estado inmejorable de la dehesa».
Los regantes de la provincia de Córdoba cuenta con unas 125.000 hectáreas
La comunidad de regantes del Genil-Cabra es una de las más importantes en Andalucía al contar con unos 2.300 agricultores, que son propietarios de unas 24.000 hectáreas repartidas por los municipios cordobeses de Santaella, Montalbán, Montilla, La Rambla, Puente Genil y Aguilar de la Frontera, así como por las localidades sevillanas de Estepa y Écija. Su máximo responsable, Julio Valcuende, aseguró que «se nos han quitado las penas con estas lluvias y se ha pasado en poco tiempo del rojo al verde». Sus estimaciones son poder llegar a los 2.000 metros cúbicos por hectárea en el periodo estival.
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