tribunales
La instrucción del «caso Noos», en fase final con las declaraciones de Barcelona
Aún están pendientes más testimonios en Valencia y Madrid y queda por decidir si se imputa a Urdangarín un delito fiscal
p. m.
La instrucción del «caso Noos» ha entrado en su fase final con la toma de declaración a una treintena de personas, proveedoras del instituto que presidía Iñaki Urdangarín, imputado en el caso. Para realizar estas diligencias, el fiscal Antocorrupción Pedro Horrach, el hombre que ha ... diseñado y ejecutado toda la investigación, se ha trasladado en Barcelona. Su objetivo, saber si efectivamente esos proveedores hicieron los trabajos que constan en la documentación intervenida en las oficinas de Noos, para lo cual deben presentar las correspondientes facturas, lo que al parecer se está produciendo en la mayoría de las ocasiones.
Al margen de estas declaraciones, que se realizan en el edificio de la Jefatura Superior de Policía de Cataluña, en la Vía Laietana de la Ciudad Condal, está prevista la comparecencia de más testigos tanto en Valencia como en Madrid. Uno de los que declarará próximanente en la capital de España será el vicesecretario general de Estudios y Programas del PP, Esteban González Pons, si bien al ser aforado pordrá hacerlo por escrito.
Al margen de la comparecencia de estos testigos, en este momento la principal incógnita reside en si finalmente el Duque de Palma tendrá que volver a declarar ante el juez Castro y si será acusado de un delito fiscal. La clave para que finalmente se produzca esta nueva imputación está en que la Agencia Tributaria haga suyas las tesis de Anticorrución en el sentido de que el Instituto Nóos no era una entidad sin ánimo de lucro, sino al contrario, y que en realidad todo el satélite de sociedades que giraban alrededor suyo y a las que llegaban los fondos públicos malversados eran, en realidad, una única empresa.
Prescripción
Si eso fuera así —es decir, si se «levanta el velo» del Instituto Nóos—, la Agencia Tributaria tendría que hacer un nuevo cálculo de la base imponible teniendo en cuenta ya todo el volumen de dinero. Hay que tener en cuenta, no obstante, que en esta materia están prescritas todas las operaciones anteriores a 2007, y que, al menos formalmente, Iñaki Urdangarín se desvinculó del Instituto Nóos un año antes. Sin embargo, en el sumario hay suficientes pruebas para sostener que el Duque de Palma siguió teniendo relación con la entidad hasta principios de 2008, por lo que también sería responsable de las cuentas del ejercicio anterior.
En cualquier caso, la clave, como se ha señalado, será demostrar que el Instituto Nóos tenía ánimo de lucro —al menos sus dos socios lo utilizaron para enriquecerse dinero, según numerosas pruebas del sumario—, y que todas las empresas de su propiedad que recibían el dinero eran en realidad una sola. Sobre este último aspecto, hay varios elementos que así lo indican: todas las sociedades tenían la misma sede, todos sus trabajadores pensaban que trabajaban para Nóos independientemente de la firma en la que formalmente figuraban como empleados, y cuando se les pregunta a todos ellos quiénes eran sus jefes responden sin dudar que Iñaki Urdangarín y Diego Torres, el socio del Duque de Palma en el Instituto Noos.
De momento, se está a la espera de dos diligencias que fueron pedidas en diciembre pasado por Anticorrupción a la oficina de Barcelona de la Agencia Tributaria, que permitirán a la Fiscalía saber si se puede sostener con datos concretos la imputación de un delito fiscal a Urdangarín y Torres. Asimismo, aún no han llegado las dos comisiones rogatorias de Luxemburgo para ver si es posible probar, como se sospecha, que los dos socios enviaron dinero allí a través de testaferros.
Finalmente, queda pendiente la petición de una fianza civil al Duque de Palma y a su socio, que según las fuentes consultadas podría superar los cuatro millones de euros.
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