«No deja de tener pesadillas»
«Mamá, te voy a contar un secreto muy grande». Con estas palabras se derrumbó ante su madre la menor que el pasado día 2 fue víctima de brutales abusos sexuales por parte de seis jóvenes de Baena. Así relataba ayer María José Torres, progenitora ... de la niña, el modo en que se enteró de lo ocurrido, «un acto muy violento y doloroso, difícil de superar tanto para ella como para el resto de la familia», aseguró.
Los momentos que siguieron al relato de la muchacha fueron de gran desesperación porque «no me podía creer que algo así pudiera ocurrir». Ese mismo día, María José tuvo que ser atendida en el centro de salud de Baena por una crisis de ansiedad. Más tarde, acudirían a denunciar los hechos ante la Policía Local que, ante la gravedad de lo relatado, les derivó a la Guardia Civil y la niña fue sometida a un reconocimiento en el Hospital Infanta Margarita de Cabra.
La angustia se ha apoderado de toda la familia, que no es capaz de comprender cómo puede haber jóvenes capaces de hacer algo así, máxime teniendo en cuenta que uno de ellos es compañero de clase y otro de instituto, por lo que conocían a su víctima.
Incapaz de pedir auxilio
Poniéndose en el lugar de su hija, aseguró que «ella no fue capaz de pedir auxilio por miedo, porque estaba siendo coaccionada» por sus agresores. Sobre este asunto, ayer por la mañana desde el Ayuntamiento de Baena aseguraban que «no sabíamos nada de lo sucedido porque la Policía Local no ha llevado ninguna actuación, sólo conocíamos los rumores».
Madre e hija se encuentran en tratamiento psicológico porque «la niña no puede dormir por las noches, tiene muchas pesadillas y tengo que dormir con ella». Entre lágrimas, la mujer señala que «ha sido un acto muy violento» y que «no creía que pudiera haber personas capaces de hacer algo así».
María José Torres sólo pide «que se haga justicia» y que «caiga sobre ellos todo el peso de la ley». «Si es necesario -añade-, que se cambie la Ley del Menor, porque esta gente tiene que ser castigada. ¡Que hagan que esas personas, si es que se les puede llamar personas, no tengan manos libres para volver a repetir!», exige la mujer. Respecto al uso de los móviles por parte de los menores, señala que los padres «tienen que ser conscientes de que es bueno tener avances, pero hay que dárselos en la medida justa a los niños». Es consciente, además, de que en algún momento puede cruzarse con los agresores de su hija, por lo que la familia está pensando en cambiar de ciudad.
De momento se van a ir a pasar unos días fuera, pero incluso piensan en «cambiar de vida y empezar de nuevo». A pesar de lo ocurrido, la madre dice que «quisiera pensar que ha sido una niñería, pero no ha sido así». Ahora, la principal preocupación de María José es «el miedo que tengo miedo de que mi hija no pueda superarlo, por eso intento sacar fuerzas y luchar por ella».
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