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La metamorfosis de Grande-Marlaska

Mucho ha cambiado aquel joven juez bilbaíno que se instaló en Madrid en 2003 y que hoy es ministro del Interior

Grande-Marlaska, en su época de juez en la Audiencia Nacional

De héroe a villano. Pocas personas han conseguido acumular tantos elogios y tantas críticas en momentos distintos de su vida como el hoy ministro Fernando Grande-Marlaska. Baluarte de la lucha contra ETA y adorado por las víctimas del terrorismo durante sus años como juez ... en la Audiencia Nacional, sus 'black fridays' en el acercamiento de presos etarras le han convertido hoy en una de las peores pesadillas y decepciones de quienes hace solo un año le adulaban . No es el único contratiempo al que se enfrenta el ministro, con críticas en el terreno de la inmigración y una polémica por el cese de un coronel que puede costarle el puesto. Desde que Marlaska colgó la toga, escenificó su ruptura con el PP –que le propuso como vocal del CGPJ y al que se ofreció como fiscal general– y aceptó formar parte del Gobierno de Pedro Sánchez, la sombra de la polémica le persigue. Hasta quienes eran sus amigos dicen que ha cambiado. Esta es la metamorfosis de un juez que colgó la toga.

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