La despedida de Marcos de Quinto fractura de nuevo a Ciudadanos

Aunque en las últimas semanas había marcado distancias con la dirección de Cs y había respaldado públicamente mensajes de Juan Carlos Girauta contrarios al criterio de su ejecutiva, en Cs se resistían a reconocer lo que era una ruptura anunciada. La semana pasada De Quinto polemizó en las redes al insultar al vicepresidente Pablo Iglesias en pleno acercamiento de los liberales al Ejecutivo y, a principios de esta semana, en una entrevista en «El Mundo», había afirmado que sería «inverosímil» que su formación terminase votando «sí» a una quinta prórroga del estado de alarma.

Pero en las últimas horas los contactos del Gobierno con Cs han culminado en un nuevo acuerdo , y el Ejecutivo, entre otras cosas, ha accedido a que la prórroga sea de quince días y no del mes que anunció Sánchez el sábado.

De Quinto, como Girauta, era partidario de mantener las distancias con el Ejecutivo y de ejercer una oposición frontal sin entrar en negociaciones. Y ahora, dos semanas después que el exportavoz de Cs en el Congreso, también abandona las filas de Arrimadas. «Esta mañana he informado a Inés Arrimadas de mi intención de dejar el partido por diferencias con algunas decisiones (las cuales reconozco legítimas y democráticas). Deseo lo mejor a Ciudadanos, pues sigo creyendo que es un partido absolutamente necesario en nuestro país», ha escrito el ya ex de Cs, que pone fin a su andadura en política de algo más de un año.

El partido, por su parte, se ha refugiado en un comunicado en el que informa de que De Quinto participará por última vez mañana en el pleno del Congreso de los Diputados y de que votará conforme a lo decidido en las filas de la formación liberal. «Ciudadanos agradece a Marcos de Quinto su lealtad, su esfuerzo y su entrega durante todo este tiempo al proyecto de Cs y le desea lo mejor en su regreso a la sociedad civil de la que llegó con la intención de servir a los españoles», subraya la nota de los liberales.

Una vez renuncie a su acta, correrá la lista electoral. La siguiente es Patricia Reyes , aunque se desvinculó hace meses de la política y no pretende volver, según ha confirmado ABC de fuentes de su entorno. Ahora está inmersa en un nuevo proyecto profesional en el Real Madrid CF. Volverá a ser diputado el anterior secretario general del grupo parlamentario, Miguel Gutiérrez . De Quinto, en las elecciones de abril y de noviembre, fue el número dos por Madrid; solo por detrás de Rivera.

Lo cierto es que, discrepancias ideológicas al margen, De Quinto había perdido peso en la nueva etapa. Si con Rivera fue catapultado al Comité Permanente de Cs, núcleo de decisión del partido, con Arrimadas fue relegado a un papel secundario en el Comité Ejecutivo. La presidenta de los liberales otorgó más confianza a un perfil moderado como el de Edmundo Bal, que además de ser portavoz adjunto en la Cámara Baja, ahora integra también la ejecutiva reducida.

Esta misma tarde, Bal restaba importancia a las discrepancias públicas exhibidas por De Quinto, pero por si acaso lanzaba un aviso a navegantes: «Sabemos dónde estamos, sabemos lo que es un partido de centro. Es un partido que da soluciones concretas, pragmáticas y moderadas. Eso es Cs y cualquiera que esté dentro tiene que estar de acuerdo».

Bal ha subrayado que la posición de Cs es «coherente» con la mantenida desde el inicio de la crisis y, preguntado por el mensaje de Girauta en el que alentaba a los diputados de Cs a «actuar con dignidad» en la votación de la prórroga -es decir, a saltarse la disciplina de voto-, ha rehusado comentar las palabras de «alguien que ya no está en el partido».

Las alarmas han saltado cuando De Quinto ha respaldado la incitación de Girauta a la sublevación en Cs en sus redes sociales, y, minutos después, ha terminado haciendo público su adiós al partido y a su breve estancia en la política. Quién sabe si ahora, cuando el coronavirus lo permita, se irá a pasar una temporada en el desierto como deseaba.