Iglesias ocultó que un asistente de su equipo fue detenido por atacar a Vox

En concreto, conduce una furgoneta que utilizan líderes del partido, incluido Iglesias, está en la puerta de la sede de la formación para pedir acreditaciones —por eso se le identificó en un principio como miembro del equipo de seguridad— o presta otros servicios para el equipo dirigente. «No fue allí como militante de Podemos, sino como vecino de Vallecas» , insisten a ABC fuentes del partido.

Hay un segundo arrestado en esos sucesos, identificado como Daniel J.J. , de 32 años, que también podría haber prestado servicios a Podemos. En este caso el partido afirmó que «no nos consta relación laboral con él» . No obstante, este sábado revisaban sus archivos para aclarar este extremo, ya que puede haber trabajado para el partido a través de una empresa contratada o bien colaborado con él sin remuneración.

Este individuo, miembro de los ‘Bukaneros’ —ultras del fútbol de extrema izquierda, muy violentos y seguidores del Rayo Vallecano—, es hermano de ‘el Pirrakas’ , precisamente líder de este grupo y al que se ha visto muchas veces junto a Pablo Iglesias y a las puertas del chalé de Galapagar. Una de ellas bajó de un vehículo propiedad del partido e increpó a una persona que tomaba imágenes en la zona. Se desconoce si este sujeto, que aparentemente lidera un equipo de seguridad privada que da servicio al líder de Podemos, es asalariado del partido o cobra a través de una empresa en la que podría estar también su familiar detenido.

Es significativo por ello que el mismo día en que se produjeron las detenciones —primeras horas de la mañana del ya citado 15 de abril—, el líder de Podemos hizo esta reflexión en el programa ‘La Hora de la 1’, de TVE, cuando se le preguntó por el asunto: «Cada vez hay más gente que tiene la sensación de que la Justicia no es igual para todos y desde aquí mi cariño y felicitaciones a la gente que demostró que Vallecas es un barrio tolerante y no acepta el fascismo , el racismo y la homofobia y a los hinchas de un equipo de fútbol que son un ejemplo de defensa de valores solidarios y antifascistas, que son de lo mejor de nuestra ciudad». Hay que recordar que en los incidentes se produjeron más de una veintena de atendidos y heridos, la mayoría policías.

Es más, Iglesias sugirió que las detenciones de la Policía eran arbitrarias: «Cualquier persona de izquierdas que coge a un policía sabe que le van a detener y que va a caer todo el peso de la ley sobre él. Esa detención no falla nunca. Pero al revés no ocurre lo mismo. Pero si vemos detenciones irregulares que no se ajustan al reglamento, no se habla en los medios ni jamás vemos una sanción».

«Cuando son los fascistas los que agreden, no están las detenciones, o en la sede de Cartagena. ¿Qué pasa, que tienen más medios para investigar a la gente de izquierdas que a las de ultraderecha?», insistió el líder de Podemos entonces, en un momento en que no es descartable que supiera ya que entre los detenidos por los sucesos de Vallecas había un miembro de su partido. Esa hipótesis es verosímil porque no se trató de arrestos ‘en caliente’, sino que se produjeron tras una minuciosa investigación que requirió identificar antes —y por tanto conocer las circunstancias personales— de cada uno de los implicados.

Fue una información de ‘El Confidencial’ la que ayer por la mañana dio cuenta de estas dos detenciones. Este medio digital aseguraba que ambos eran ‘escoltas’ de Pablo Iglesias, aunque lo cierto es que ese trabajo lo hacen policías nacionales. Los dos individuos implicados habrían tenido una participación relevante en los sucesos de la ‘plaza roja’ de Vallecas. Alberto R.R., según demuestran las imágenes, viste un polo de manga corta de rayas azules y utiliza una mochila azul, roja y blanca para protegerse de las porras de los agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP); Daniel J.J., por su parte, viste una camiseta negra de manga corta y pantalones oscuros y se ve cómo golpea en varias ocasiones a los agentes antidisturbios .

Como el resto de los detenidos, se enfrentan a los delitos de atentado y desórdenes públicos y quedaron en libertad después de ser puestos a disposición judicial. Antes, habían sido interrogados en las dependencias de la Brigada de Información de la Policía, cuyos agentes procedieron a los arrestos tras haber analizado todas las imágenes disponibles.

La cercanía a Iglesias de un individuo como el líder de los ‘Bukaneros’ es, sin duda, muy llamativa. El historial de Iñaki J.J., ‘el Pirrakas’ no es menor: en 2005 apedreó un autobús de aficionados de un equipo rival; tres años después fue detenido por tentativa de homicidio por quemar la cara con bengalas de un seguidor del partido de extrema derecha Alianza Nacional, y en 2013 fue imputado en una operación contra el grupo ultra que lidera por organización criminal, amenazas, coacciones y lesiones.

Si Pablo Iglesias ha ocultado la información todo este tiempo, lo mismo puede decirse del Ministerio del Interior, si bien en su caso este tipo de datos no se comunican de forma oficial. Esa parquedad informativa sobre los historiales de los detenidos —trascendieron vagas referencias a que alguno era miembro de los ‘bukaneros’ y que otro tenía antecedentes por agresión sexual— contrasta con la cantidad de detalles conocidos sobre las amenazas que recibieron, en forma de sobres con proyectiles, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska ; la directora general de la Guardia Civil, María Gámez y el propio Iglesias. Claro que entonces eso les beneficiaba para sus intereses electorales. O eso creían.