La droga y un elevado tren de vida llevaron al presunto asesino del párking del Putxet a cometer los dos crímenes

BARCELONA. Juan José P. R., presunto autor de la muerte de dos mujeres en un aparcamiento de Barcelona, cometió el primero de los crímenes movido por la necesidad de obtener dinero rápido con el que cubrir el tren de vida que mantenía, muy por encima ... de sus posibilidades. Consumidor habitual de cocaína y al que gustaba frecuentar barrios de elevado nivel adquisitivo, perdió en algún momento el control de sus actos y, presuntamente, tras golpear con saña hasta la muerte a la primera de las víctimas, proyectó un segundo atraco en el que lo planeó todo para que la mujer no saliera con vida.

Según explicaron fuentes de la investigación, éste sería el relato a grandes líneas de los dos sucesos que durante un mes han conmocionado el barrio del Putxet de Barcelona, con un protagonista único, el joven de 24 años detenido el jueves en Sant Adrià de Besòs, que mañana a primera hora pasará a disposición del juez de guardia de Badalona. El sospechoso permaneció a lo largo de toda la jornada de ayer en los calabozos de la Jefatura Superior de Policía de Cataluña, aunque las mismas fuentes añadieron que, a indicación de su letrada -que costea su familia- se ha negado a responder a las preguntas del interrogatorio policial, amparándose en su derecho de guardar silencio.

Pruebas concluyentes

El rompecabezas en torno a la investigación que ha conducido a la detención de Juan José P. R. está prácticamente acabado, subrayaron las mismas fuentes, ya que se han podido reconstruir todos sus movimientos, gracias a las cámaras y los testigos presenciales, desde que el día 11 de enero cometió presuntamente su primer crimen. Añadieron que hay pruebas «concluyentes», como la huella de la palma de la mano, hallada en la bolsa de plástico de la segunda víctima, otra que dejaron unas zapatillas de deporte en la sangre y la huella que quedó parcialmente instalada en la tarjeta de crédito que robó a la segunda de sus víctimas. Se da la circunstancia de que el asesino intentó sacar dinero en el mismo cajero del que sustrajo 300 euros con la tarjeta de la primera mujer asaltada, pero en el segundo intento tecleó tres veces un número incorrecto y la tarjeta fue tragada por el dispensador.

A la espera de localizar a la mujer con la que el detenido mantuvo relaciones en el barrio del Putxet el pasado año, que trabajaba en un local de alterne, parece confirmarse que el móvil económico llevó al asesino a cometer los dos crímenes, pero los informes psicológicos aportarán luz ahora sobre cuestiones como la razón que llevó a Juan José P. R. a dejar su trabajo en la empresa textil, donde cobraba un sueldo mensual de 1.021 euros, salario muy alejado del necesario para costear sus gustos. También el porqué de ensañarse de una manera brutal con las víctimas, a las que no robó ni reloj ni joyas, y qué le llevó a delinquir en un barrio que no era el suyo pero en el que podía ser reconocido dado que alquiló un piso y una plaza de aparcamiento durante los meses de abril y mayo de 2002.

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