Vox cultiva sus lazos exteriores mientras el Partido Popular Europeo pierde peso

En el actual contexto, la Unión Europea ( UE ) todavía se está adaptando al cambio de paradigma que supone la salida de Angela Merkel del poder en Alemania, tras dieciséis años como canciller. Su CDU, de la familia del Partido Popular Europeo ( PPE ), también ha quedado fuera del Gobierno germano tras la coalición entre socialdemócratas, verdes y liberales. Sin este partido al frente de la primera economía europea, es evidente la pérdida de peso del PPE. Y Vox quiere pescar en aguas revueltas consolidando sus relaciones con partidos de inquietudes similares.

El pasado diciembre, un conjunto de partidos «patrióticos», según se definen ellos mismos, ya hizo un primer acercamiento en Varsovia, adonde se desplazó Abascal en persona. Entre los objetivos de la cumbre se barajaba la posibilidad de configurar un nuevo grupo en el Parlamento Europeo , pero no terminó de cuajar. La idea era efectuar una suerte de refundación del actual grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos , y ampliarlo para convertirlo en el tercer grupo más grande de la Eurocámara , por delante de los liberales de Renew Europe .

Ello implicaba sumar al nuevo grupo al partido de Viktor Orbán –que en marzo del año pasado, amenazado de expulsión, dejó el PPE–, al de Matteo Salvini –con quien Vox rompió relaciones por su defensa del independentismo catalán–, al de Marine Le Pen y a Fratelli d'Italia . Esta entente se habría unido al polaco Ley y Justicia (PIS, por sus siglas en polaco), que gobierna en Polonia y ya forma parte del grupo de Vox en el Parlamento Europeo, y al resto de formaciones que conforman Conservadores y Reformistas.

Los partidos que acudieron a la cita en Varsovia acordaron celebrar una nueva cumbre en España este año, que previsiblemente tendrá lugar en Madrid a finales de este mes de enero. Los presidentes de Hungría y de Polonia, Viktor Orbán y Jaroslaw Kaczynski , confirmaron su presencia a Abascal tras cerrar con él una declaración conjunta que también suscribieron, entre otros, el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki , y la líder de la Agrupación Nacional francesa , Marine Le Pen. El comunicado era toda una declaración de intenciones frente a la «idea inquietante» que según ellos tiene en mente la Comisión Europea : crear una Europa «gobernada por las élites globalistas». Las formaciones de Le Pen y Salvini, por ahora, se mantienen en Identidad y Democracia , el grupo más a la derecha y más euroescéptico del Parlamento Europeo.

Este acercamiento entre estos partidos, algunos de ellos abiertamente nacionalistas , y todos ellos firmes defensores de la soberanía nacional y combativos contra la inmigración irregular , se produce en un momento de declive del PPE tras la caída de la CDU.

Hace apenas una década, las dos primeras economías de Europa, Alemania y Francia, estaban gobernadas por partidos que formaban parte del PPE. Hoy, ninguna de ellas, como tampoco España, donde el PP lidera la oposición desde la moción de censura contra Mariano Rajoy en 2018. La pérdida de peso del PPE es también un caldo de cultivo para el crecimiento de formaciones situadas a su derecha. Si bien los populares europeos todavía encabezan los Gobiernos de siete países de la UE, los dos de más peso son Austria (el noveno de la UE en PIB anual) y Grecia (el décimo en volumen de población). Cabe citar, en el panorama nacional, el revés que se llevó Pablo Casado justo después de la convención nacional del PP cuando uno de sus invitados estrella, el entonces canciller austriaco, Sebastian Kurz , se vio obligado a dimitir por un caso de corrupción.

Paréntesis aparte, sucede lo contrario con el grupo de Vox, que tras el Brexit solo cuenta con dos países donde lidera los gobiernos nacionales, Polonia y República Checa , pero Polonia es la sexta potencia europea en PIB anual y la quinta en peso poblacional, mientras que República Checa está en el noveno puesto del 'ranking' de peso poblacional, por encima de la primera del PPE, Grecia.

Vox tiene aún pendiente cerrar la cita en España, donde se reunirán estos partidos para abordar la forma de combatir la idea de 'nación europea' en la que a su juicio está derivando la UE. «Solo las instituciones soberanas de los Estados tienen plena legitimidad democrática», decía el comunicado conjunto del pasado diciembre.