«En el arroyo había gente muerta, otras estaban carbonizadas», aseguran unos trabajadores del aeropuerto
La tragedia de la que ha sido escenario el aeropuerto de Madrid-Barajas movilizó a un amplio dispositivo de trabajadores de emergencias y del aeropuerto que relataron la magnitud del siniestro y la dificultad del rescate en primera persona. "Nos ha costado muchísimo llegar a ... las zonas del accidente, ha sido duro, hemos llegado y hemos rescatado a las víctimas que hemos podido", declaró el jefe de la dotación de bomberos, uno de los que contempló a su pesar una zona en la que los cadáveres se encontraban incluso fuera de la aeronave. Un avión que sufrió 'overbooking' y del que se han salvado viajeros casi milagrosamente. Miguel Angel Sánchez, jefe de la dotación de bomberos que atendió en primer lugar el avión accidentado relató la dura experiencia y confirmó la magnitud de la tragedia con un testimonio directo. Según relató, "ha sido duro porque ha sido un accidente en el que había muchos pasajeros, que ha caído en una zona de difícil acceso que hay en el aeropuerto, una zona de un arroyo arbolado". "Nos ha costado muchísimo llegar a la zona del accidente, ha sido duro, hemos llegado y hemos rescatado a las víctimas que hemos podido, unas veintitantas personas", afirmó.
También acudieron al lugar José Antonio y Antonio, padre e hijo y trabajadores del aeropuerto. Consiguieron sacar a siete personas, pero "en el río había gente muerta, otras estaban carbonizadas, incluso los heridos tenían el 80% del cuerpo carbonizado".
"Ibamos con los camillas y con los que no se podía hacer nada, los íbamos dejando", lamentó el padre aún en estado de shock, en declaraciones a Telemadrid. Entre las víctimas, se encontraban también niños, uno de los cuales pedía ayuda para su madre, así como una señora de unos 50 años de apariencia británica y una mujer colombiana que no cesaba de repetir: "¿Dónde está mi hijo?".
Decisiones de última hora
El familiar de uno de los supervivientes, Ricardo, ha relatado, en declaraciones para la cadena Ser, la angustia vivida hasta qué supo la suerte corrida por su pariente. "Lo primero, te vienes abajo, porque lo único que sabes es que iba en el avión, y no sabes si está bien, si es uno de los cadáveres".
Otras personas siguen vivas gracias a cambios en el último momento o decisiones que finalmente terminaron salvándoles. Uno de ellos, Rafael, perdió el vuelo por 'overbooking' y le ofrecieron dos posibilidades: "Viajar en primera clase o viajar en el siguiente vuelo, un par de horas después". Eligió la segunda y no se enteró del accidente hasta que su hermano le llamo para comunicárselo.
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