La vivienda apunta a más alzas de precios pese a las advertencias de sobrevaloración de Bruselas

Pero las empresas dedicadas al sector residencial se resisten a creerlo. Dicen que habrá subidas, aunque serán a menor ritmo que en años anteriores. El CEO de la inmobiliaria Vivendex, Francesc Quintana, estima que en las grandes capitales y sus periferias, el precio de las casas registrará un ligero alza del 3%, mientras que en ciudades de menor demanda y alejadas de los núcleos importantes podrá haber recortes, pero no superarán en su mayoría el 5%. En este progreso, la batuta la llevará el comportamiento de la demanda. «El cambio de tendencia que se está viendo este final del año en el euríbor será fundamental, si finalmente se estabiliza cerca del 3,5%, mantendremos un buen nivel de transacciones, parecido al del cierre de 2023», explica Quintana.

Desde las tasadoras de vivienda la sensación es la misma. Si el euríbor -el índice al que están referenciadas la mayoría de hipotecas- lo permite y el Banco Central Europeo empieza a ceder con bajadas de tipos, el sector inmobiliario puede encontrarse con un escenario muy favorable en 2024. «Si las previsiones de bajadas y estabilización de tipos se cumplen, podemos esperar que en 2024 se reactive parte de la demanda de compra que se había retirado durante 2023 como consecuencia del encarecimiento del crédito, y por haberse mantenido, en parte, a la espera de una bajada en el precio de la vivienda durante 2023 que, en líneas generales y finalmente, no se ha producido», estima José María Basañez, presidente de Tecnitasa y de Atasa (Asociación Profesional de Sociedades de Valoración). Su previsión para el año que entra es que la vivienda pueda revalorizarse entre el 3 y el 5%, una línea «moderada». «Este incremento se realizará de manera heterogénea, teniendo mayor impacto en la vivienda de nueva construcción y las zonas donde la demanda es más robusta como las grandes ciudades. También en zonas como Baleares y en general todo el arco mediterráneo», explica el tasador.

¿Qué factores más influirán en la evolución de los precios? Basañez apunta al coste de la construcción, en el caso de la vivienda nueva, y al coste del crédito y las restricciones en su concesión en general. Los mismos que han golpeado al mercado este año. «Además, en 2024 el sector inmobiliario en España se encontrará influenciado de manera muy importante por las políticas gubernamentales que se implementen, y singularmente por sus efectos fiscales y por los relativos a la seguridad jurídica para los inversores», subraya el presidente de Tecnitasa.

En este sentido, la forma en la que se apliquen las intervenciones de la ley de Vivienda es mirada con ojo avizor por gestores y pequeños ahorradores, colectivos que han sostenido durante todo 2023 el mercado residencial en España al disponer de un mayor poder adquisitivo. De hecho, alrededor de la mitad de las casas se han comprado este año sin necesidad de financiación.

Con estos mimbres, las compraventas totales se encaminan a acabar el año por encima de las 500.000, lo que firmaría el segundo mejor ejercicio para el residencial desde 2007, a pesar de la caída a doble dígito de las operaciones y de la concesión de préstamos hipotecarios.

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Desde Sociedad de Tasación, también esperan una moderación de las alzas de precios medios de la vivienda, pero esperan un buen año para las transacciones de inmuebles residenciales por la demanda embalsada que ha dejado el encarecimiento hipotecario. «Parte de ésta es probable que tenga que posicionarse en una banda de precio más baja o bien deba sacrificar superficie, ubicación o calidad del producto. Y respecto a aquella que continúa a la espera de una oportunidad mejor, es esperable que, en el momento que la política monetaria inicie un proceso de relajación, se empiece a animar a comprar», explica Consuelo Villanueva, directora de instituciones y grandes cuentas en Sociedad de Tasación.

Las previsiones del precio de la vivienda siguen siendo alcistas mientras la Comisión Europea publicó hace pocos días un informe muy crítico con el valor de la vivienda en países como Bulgaria, Letonia, Portugal, Eslovenia y también España para el que estima una sobrevaloración del 20%.

La opinión de la Comisión es, sin embargo, rechazada por algunos agentes del sector. El 'personal shopper' inmobiliario, Iñaki Unsain, cree que no existe una burbuja inmobiliaria en España. «Las viviendas no han subido de forma espectacular y tienen un precio correcto para la demanda que existe». Por su parte, Quintana de Vivendex cree que las casas en España tienen en general un precio bastante más bajo que en ciudades equivalentes en Europa, pero que el problema son los sueldos, que están muy por debajo.