Lo hará a través de varios instrumentos, de naturaleza temporal y que estarán vigentes durante dos ejercicios, los de 2023 y 2024. El primero es el Impuesto de Solidaridad de las Grandes Fortunas, el nombre que ha elegido el Gobierno de coalición para esa especie de Impuesto de Patrimonio 2.0 creado por el Estado para impedir que haya comunidades autónomas que decidan suprimir ese impuesto, como lleva haciendo la Comunidad de Madrid desde hace casi una década y como Andalucía y Galicia aspiraban a hacer el año que viene, y para recaudar de paso un pico extra de ingresos fiscales. Hacienda ha estimado este jueves en 1.500 millones de euros esa recaudación extra, pero ese es un objetivo potencial - el que se obtendría en un escenario hipotético en que en ninguna comunidad autónoma se cobrara Patrimonio- y la recaudación real será bastante más modesta, según han reconocido fuentes de Hacienda .
La escala se aplicará así. Los contribuyentes que declaren un patrimonio de entre tres y cinco millones de euros tendrán que abonar un tipo del 1,7%; los que declaren entre cinco y diez millones pagarán un 2,1%; y los grandes patrimonios que declaren más de 10 millones, se les gravará con un 3,5%. La clave es que la cuota del Impuesto de Patrimonio será totalmente deducible en el nuevo impuesto estatal, por lo que solo lo pagarán aquellos contribuyentes que tengan algún tipo de vía de escape en las normativas autonómicas. El Gobierno pretende recaudar 1.500 millones por esta vía.
La otra gran fuentes de recursos fiscales extra que ha ideado el Gobierno son las grandes empresas, un concepto que desde su punto de mira no se limita a las grandes gigantes del Ibex sino a un total de 3.000 grupos empresariales españoles, con independencia del sector en el que operan. En su caso no se aplicará una subida fiscal en sentido estricto pero durante 2023 y 2024 se les limitará la capacidad de compensar las pérdidas de sus filiales al 50% lo que pondrá en la caja de Hacienda (y sacará de los fondos de las empresas) 2.439 millones de euros.
El presidente del PP y senador Alberto Núñez Feijoo ha tachado, en una primera reacción al plan fiscal presentado hoy por el Gobierno, de «decepcionante y escasa« las medidas que se aprobarán mañana en un Consejo de Ministros extraordinario. En este sentido, ha asegurado, que »si el Gobierno aplica lo que ha dicho esta mañana no le va a rebajar a los ciudadanos sus impuestos en 2022«. Es decir, ha sostenido, lo conocido hoy no entraría en vigor este año.
Además, ha añadido que «los alimentos tampoco van a bajar por lo que el Gobierno seguirá teniendo la cesta más alta de los últimos 40 años». Lo que, en su opinión, no permitirá bajar los precios de la cesta de la compra básica. «Esta propuesta no tiene la mínima sensibilidad con las rentas bajas y medias. No rebaja los impuestos este año», ha concluido.
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