Antonio Garamendi: «No hay 800.000 millones para el plan Draghi si supone más burocracia»

- ¿Qué impresión ha causado en los empresarios el informe Draghi?

- Es muy interesante, como lo ha sido el informe (de Enrico) Letta, por varios motivos. Primero, y fundamental, porque da un golpe en la mesa y llama la atención a Europa y a sus políticos planteándoles qué ocurre con nosotros que tenemos por un lado a Estados Unidos, por otro a China, con sus guerras comerciales y con lo que eso está significando desde el punto de la globalización, de los mercados y de la producción. Estamos en un momento en que tenemos guerras que hasta ahora sólo las habíamos visto en la televisión y que hacen que los precios se tripliquen en semanas.

- ¿Y comparten la noción de que Europa es menos relevante?

- Eso lo llevamos diciendo mucho tiempo. Draghi analiza varios aspectos, donde coincidimos. ¿Qué dice? Uno, que los 27 tienen que jugar con la unidad de mercado. Nos gusta ese planteamiento que hace de Europa el país número 28. Trabajaremos con el ministro Carlos Cuerpo para ver si es capaz de montar en España la 'autonomía 18', porque uno de los grandes problemas que tenemos son las distintas burocracias, los permisos… Y hay un segundo análisis donde Draghi plantea que hay que hablar de sostenibilidad y de energía limpia, pero rentable. De hecho habla de energía barata. Ahí dice que hay que compaginar toda la regulación, todo el espacio de la sostenibilidad, con una industria potente. También habla de la inversión en innovación. En España estamos muy lejos de lo que sería el 3% sobre el PIB, estamos en 1,5% o algo así, y necesitamos generar una economía más viva, más activa y que juegue a más partidos, como hacen otros países. Dentro de la innovación habla del factor humano. José María Álvarez Pallete, el presidente de Telefónica, habla de que nos faltan 30.000 o 40.000 personas en ciberseguridad. Cuando hablas de ingeniería, nos faltan miles de ingenieros. Por lo tanto hay que actuar a través del modelo de formación. Y se me escapa una línea…

-La defensa y la seguridad…

- Sí, perdón, por primera vez se habla de defensa y seguridad. Y de hecho ya se ha nombrado un comisario europeo en este sentido. Es muy importante, porque una parte fundamental de la innovación procede de esas dos áreas. Por lo tanto, el análisis de Draghi nos parece impecable y, además, pone a la empresa en el centro. Hasta ahí, bien. Ahora, Draghi habla de una inversión de 800.000 millones. Vale, ¿y cómo se hace esto? Pues dice que por lo público. Ahí es donde nosotros tenemos dudas. Es decir, el análisis nos parece bien, pero la ejecución ¿vamos a ver?

- Y además, dice que hay que apostar no por campeones nacionales, pero sí por sectores…

- Ojalá habláramos de una Europa abierta y de una unidad desde el punto de vista de las políticas industriales, de las políticas energéticas, del mercado de capitales. Pero para eso falta mucho todavía.

- ¿No sería lógico confiar en la iniciativa privada?

- Siempre pongo un ejemplo que entiende todo el mundo. Se anuncia el Plan de Energías Renovables en España para 2030 y al lado pone: ¡300.000 millones! Hoy parece que solo viene dinero de Europa y que todo es público. Imagine que llegan 30.000 millones para ese plan, que es un dineral. Pero aún faltan 270.000 millones. Por eso hay que generar confianza, porque esos 270.000 millones son fondos privados y solo van a llegar si sabemos que la apuesta es de verdad, que no van a estar cambiándola a cada rato. Hoy sólo se habla del dinero público, pero lo público no conoce bien cómo se gestiona lo privado. Y lo privado tiene sus desarrollos y sus maneras, y la atracción de capital se consigue como consecuencia de una gestión empresarial. Por eso digo que compartimos el diagnóstico de Draghi, pero vamos a ver su desarrollo, porque si es a través de más burocracia, para eso no hay 800.000 millones.

- ¿Cuál ha sido la experiencia con los fondos europeos, porque son un piloto de lo que plante Draghi?

- Son una cantidad ingente de dinero que está ahí, que está llegando, pero es verdad que muchas empresas se quejan de que podrían gastarse más rápido. Hemos hecho un planteamiento para que los fondos no se acaben en los plazos marcados, sino que tengan más tiempo de ejecución. En el mundo de la empresa gastar dinero rápido suele ser un mal consejo. El dinero hay que gastarlo cuando toca.

- ¿Qué le transmiten sus representados sobre estos fondos?

-Aún no está terminada la herramienta que pidió Bruselas para evaluarlos. Y las comunidades autónomas se quejan de que no les llegan. La verdad es que se han dispuesto temas muy homogéneos cuando España es muy diversa. La necesidad de transición digital de las pymes del País Vasco es distinta a las de Extremadura o Cuenca. En algunos sitios ha llegado tarde, en otros, como el automóvil, han tenido que insistir mucho. Ahí está el tema textil de Galicia que todavía no ha salido. La cuestión va por barrios.

- A raíz de la selección de sectores que hace Draghi, si en 1990 se hubiera pedido al gobierno elegir sectores ganadores, el textil…

-... nunca habría sido elegido.

- Y nos hubiéramos quedado sin Inditex, la empresa más grande de nuestro índice bursátil, que sólo era entonces la obsesión de un señor que vendía batas…

- Por eso digo que las empresas privadas tienen su espacio, y que tiene poco que ver con la planificación. De hecho, habitualmente, los regímenes de planificación fracasan.

- Letta, pero también Draghi, hablan de la unidad de mercado, pero también del exceso de regulación…

- Bueno, no solo es un problema en Europa porque en España también pasa. Estamos hablando de que las pymes tienen que crecer, pero si una pyme quiere expandirse por el territorio nacional se mete en problemas muy gordos. Tenemos un informe que dice que si pones las hojas de los boletines oficiales publicados en España en 2023 una encima de otra, la altura equivale a las torres de la Sagrada Familia de Gaudí, y si las pones una al lado de la otra, llegas de Madrid a Murcia. El año 2022 llegabas a Bilbao y el anterior a Zaragoza, o sea va creciendo. Por eso el tema de la autonomía 18 lo vamos a apoyar.

- ¿Qué reformas consideran más urgentes?

- Hay bastantes, pero hay un concepto clave: la confianza. Desde que vino el Covid, siempre se habla del dinero público y nadie es consciente de que la gran carga de la inversión es privada. Y para eso se necesita crear confianza. Hay tres áreas fundamentales: seguridad jurídica. estabilidad regulatoria y calidad de la norma. Esta es la clave para que todo se desarrolle. El problema es que se cambian leyes cada día, se crean impuestos a la carta... La mejor reforma es generar confianza para que la sociedad invierta. Al final es la iniciativa privada la que va a hacer grande al Estado para que logre los objetivos sociales.

-¿Es cierto lo que ha publicado un diario de que el líder del PP le ha llamado para pedirle «generosidad» con su propuesta de jornada de cuatro días?

- Primero, mi relación con Alberto Núñez Feijóo es muy buena. En segundo lugar, jamás me ha presionado con respecto a cualquier propuesta que pueda hacer el PP. Es verdad que me ha llamado para decirme que quiere contarnos sus ideas sobre conciliación. Y lo que tengo que decir es que nosotros, por encima de todo, somos independientes y si algo no nos parece bien lo diremos. Si fuera verdad que la productividad mejora con menos horas, no pongamos 37,5, pongamos 20 horas. Yo pido respetar los tiempos de la negociación colectiva. En 2023 firmamos el acuerdo nacional por tres años y allí están comprendidos salarios y horarios. El diálogo social es importante porque hay 4.000 mesas de negociación donde se gestiona este tema.

-¿Y la productividad?

- Bueno, la productividad funciona como consecuencia de la inversión en innovación, según el tamaño, y depende de los sectores. Ahora bien, hay sectores y tamaños donde esta fórmula no funciona. Hay empresas cuyo negocio es la contratación pública, donde el Estado te traspasa la inflación y al final no hay productividad.

- El absentismo se ha convertido en una lacra, ¿qué ha pasado?

- Tras la pandemia el fenómeno se ha disparado y casi se ha duplicado. Esa es la realidad. Queremos analizarla y ver cómo mejorar. Este año nos va a costar 2.000 millones. Queremos que se cure la gente, y por eso la incorporación de las mutuas es importante para adelantar las pruebas diagnósticas, etcétera. Pero es verdad también que hay un absentismo fraudulento o profesional.

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-¿Qué piensan del Pacto Verde?

- Nadie discute el planteamiento de la sostenibilidad ambiental, pero es verdad que la propia Comisión Europea, y el propio Draghi lo ha dicho, que hay que saber compaginarla con una economía que no podemos parar.

- ¿Le hemos visto las orejas al lobo con el tema del coche eléctrico?

- Las compañías han tenido que adaptarse, pero la industria ya en su día avisó que había que apostar por el híbrido, jugar en los dos espacios y tal, y fue que no. La apuesta está bien, pero si luego resulta que no está la red mallada, si resulta que no están los cargadores rápidos, pues has exigido al sector un esfuerzo enorme y la sociedad aún no está dispuesta para eso.

- ¿Y qué piensan de los aranceles a los coches chinos?

- No soy partidario de los aranceles, pero sí de un apoyo especial a la industria. A veces ayudar es simplemente no poner pegas. Es decir, no me castigues, déjeme que crezca, déjeme desarrollar mi proyecto y eso no se hace con aranceles. Eso se hace dejándome ganar tamaño, cobrando menos impuestos, no cargándome con tanta seguridad social, dejándome crecer. El arancel, en definitiva, es una protección porque usted, Estado, no me ha dejado crecer.

- ¿El arancel se presenta como la compensación de un dumping?

- Estás compensando un dumping, pero estás castigando la autonomía. Es decir que cuando se ha dicho que el tema de la autonomía estratégica era importante, lo que vemos es que hay empresas que se han ido porque no pudieron desarrollarse aquí. Resulta que en Europa es casi imposible hacer nada extractivo, todas las materias primas iniciales no son europeas, son de fuera. Dependemos de los demás para todo. Si queremos autonomía estratégica tenemos que hacer una revolución desde el principio.

- ¿Cómo ven los empresarios el tema de la natalidad?

- Es un problema social, pero el Estado tiene que ser consciente. Voy a poner un ejemplo: el del servicio doméstico o los cuidados de niños y mayores. Dos personas que se casan y tienen un sueldo entre los dos de 60.000 euros tienen un niño. Necesitan alguien que les cuide el niño y la señora ministra les dice que ellos son empresarios y que les va a exigir que cumplan con la normativa laboral. La cotización de Seguridad Social ya ha subido. En un autónomo ese sueldo se lo descontaría como un gasto, pero una familia no puede. Si el sueldo es completo son 25.000 euros, o sea que a la pareja les quedarían 35.000. Y luego tienen que pagar impuestos sobre 60.000.

- ¿Por qué no se dice más claro que la Ley de Vivienda ha sido un error.

- Nosotros lo hemos dicho y de hecho, por ejemplo, la ley de alquileres es un desastre porque el mensaje que se manda provoca una sola respuesta: yo no alquilo.

-¿Cómo ven el futuro?

- Para un empresario casi es una obligación ver el futuro con optimismo y pelear por ello.