Europa y España necesitan un mercado único para avanzar
Los reinos de taifas que suponen los países de la UE o las autonomías, en el caso de nuestro país, generan una enorme burocracia que impiden a nuestras empresas competir
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El pasado mes de abril Enrico Letta, ex primer ministro de Italia, presentó en Bruselas un informe sobre el mercado único europeo y las recetas para aumentar la competitividad de la región para poder hacer frente al empuje de China y Estados Unidos. Ahora, ... ya con la nueva comisión constituida tras las elecciones de junio, es otro italiano, Mario Draghi, ex presidente del BCE y del Consejo de Ministros de Italia quien ha llevado a la Comisión su plan para conseguir estos mismos objetivos.
En líneas generales ambos coinciden en los problemas básicos a los que se enfrenta Europa y en las recetas para superarlos. «El mercado único europeo está muy fragmentado, necesita una puesta al día», decía Letta, que reconocía que aún así, el mercado interior europeo es uno de los principales activos de la región. «Debe reinventarse para extraer todo su potencial y permitir a las economías de la UE competir con las de Estados Unidos y China y desterrar «la amenaza real de desindustrialización» que se cierne sobre el continente.
En un sentido similar, Draghi apuesta por impulsar la inversión en el seno de la Unión Europea hasta niveles no vistos desde el célebre Plan Marshall de la posguerra, emisiones de deuda a escala europea para financiar esa factura, derribar o aligerar los obstáculos regulatorios de todo tipo que hacen imposible la vida de las empresas y reducir la carga fiscal sobre las compañías domésticas para estimular su inversión.
«Si Europa no consigue ser más productiva, nos veremos obligados a elegir. No podremos convertirnos, a la vez, en líder de las nuevas tecnologías, faro de la responsabilidad climática y actor independiente en la escena mundial. No podremos financiar nuestro modelo social. Tendremos que reducir algunas de nuestras ambiciones, si no todas» argumentaba el ex presidente del Banco Central Europeo. El informe Draghi apuesta, además, por frenar el ritmo de la transición energética para evitar esa desindustrialización que está dejando atrás a Europa.
Desde el PP europeo, grupo mayoritario en la Eurocámara se presume –como informó ABC– de que muchas de las recetas del plan Draghi están en su programa electoral.
Y como el PPE es el grupo mayoritario de la Eurocámara, el partido de la presidenta de la Comisión, Úrsula Von der Leyen y de hasta trece gobiernos nacionales, parece claro que se va a producir un giro en la política económica europea respecto a los últimos cinco años y a las políticas marcadas por el pacto verde y la agenda 2030. Lo que en la práctica, se traducirá en fortalecer la industria europea, la competitividad, productividad, innovación y la digitalización. Pero el cambio también introducirá la búsqueda de una energía barata y la no criminalización de las centrales nucleares, aunque para ello mucho tendrá que cambiar la nueva vicepresidenta de Competencia y Transición verde de la UE, Teresa Ribera, hasta ahora muy beligerante con la energía nuclear.
Y mientras Europa se pone manos a la obra, o al menos eso esperamos, España no se puede quedar rezagada. Y el proyecto del ministro de Economía Carlos Cuerpo para hacer efectivo en España un mercado único, frente a los 17 reinos de taifas actuales es, sin duda, una buena idea que puede permitir eliminar burocracia y trabas a las empresas para poder operar en todo el territorio nacional. Eso sí, Cuerpo necesitará paciencia y suerte porque este mismo objetivo lleva años anunciándose pero las autonomías se resisten a ceder su terreno de poder.
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