Suscribete a
ABC Premium

Las semillas innovadoras de la productividad agrícola no encuentran terrenos abonados

La aplicación a las especies vegetales de la nueva técnica biotecnológica de la edición genética (CRISPR) aún no tiene un marco regulatorio propio en la UE

Gracias a semillas que pueden plantarse antes de su temporada natural y que tienen un ciclo de vida más corto, el agricultor Pedro Gallardo ha conseguido duplicar el rendimiento de su plantacion de girasol
María José Pérez-Barco

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Detrás de la mayor parte de las frutas, verduras, hortalizas y cereales de miles de establecimientos hay años y años de investigación y un gran esfuerzo inversor en I+D+i. Un conglomerado de multinacionales, centros de investigación, pymes, empresas familiares y cooperativas, junto al cuidado de ... los agricultores, trabajan en el desarrollo y explotación de nuevas variedades vegetales. Muchas veces para aumentar la productividad de los cultivos (por ejemplo, se estima que gracias a esta industria el rendimiento de las plantaciones de tomates se ha incrementado un 50%), con el consiguiente aumento de las ganancias económicas, en efecto, pero también logrando un menor impacto ambiental: menos consumo de agua y de energía, menos emisiones de CO2, menos pérdida de suelo y menos uso menos de fertilizantes, como revela un informe del Institut Cerdà que pone en valor las aportaciones este sector.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia