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Los puntos negros que dejan la ley de startups a medio camino

Los expertos subrayan que el anteproyecto es poco ambicioso en materia fiscal, no ataja el lastre de la burocracia y castiga el emprendimiento en serie

Laura Montero Carretero

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La creación de un marco regulatorio específico para el fomento de las startups, voz inglesa bajo la que se denomina a las empresas emergentes de base tecnológica , es una de las reivindicaciones históricas del ecosistema emprendedor español para captar talento, atraer inversiones y ... modernizar el sistema productivo patrio. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se comprometió en 2018 a impulsar dicha norma, pero no ha sido hasta tres años después cuando por fin está más cerca de hacerse realidad , con la aprobación en el Consejo de Ministros, la semana pasada, del anteproyecto de ley, sometido ahora a audiencia pública –podrá recibir aportaciones para su mejora–. Tras una larga espera, la postura del sector es casi unánime: se trata de un paso necesario que va en la buena dirección, pero falta ambición para que las medidas generen un impacto real y permitan a España convertirse en un mercado de referencia.

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