Todo lo que cayó con Lehman Brothers
La vía política se erige ahora como la ansiada salida al bucle desatado por la quiebra del banco hace cuatro años

El «gorila de Wall Street» escalaba rápido. Richard Fuld tardó solo una década en construir el castillo de naipes de Lehman Brothers, cuarto banco de inversión de Estados Unidos, del que era presidente. Lo levantó rápidamente de entre los escombros; luego, el 15 de septiembre de 2008, se hundió de forma vertiginosa desatando un bucle agotador. La frenética caída del sistema financiero desató el pánico y la desconfianza, cerrando el grifo del crédito y dejando a la economía en profunda recesión. Mudó después en una lenta crisis de deuda en Europa que tornó de nuevo hacia la banca y por lo tanto contra la recuperación. Hoy, cuatro años después, Lehman Brothers ha salido de la bancarrota, pero su sombra es aún demasiado larga.
Valga de ejemplo España. Las previsiones del Gobierno apuntan a que este año la economía sufrirá un retroceso equivalente al 1,5% del PIB, la Bolsa acumula una caída del 26%, las cuentas de las empresas languidecen y el país en su conjunto -administraciones, empresas y familias- a frontar un grave problema de financiación.
Son los efectos secundarios de la globalización. Lo que sucede en Kansas se hace sentir en Italia. « Hoy sabemos que fue un error pensar era un problema local y no global», dice José Luis Martínez Campuzano, de Citi España.
Desde entonces los líderes mundiales han celebrado innumerables cumbres (G-20, Eurogrupo...). Los gobiernos han inyectado ya miles de millones de dinero a la banca. De EE.UU. al Viejo Continente se ha cambiado la regulación del sistema financiero . Y cuatro economías -Grecia, Irlanda, Portugal y Chipre- han sido rescatadas.
¿Ha servido de algo tanto esfuerzo? El FMI avisaba a finales del pasado año de otro derrumbe bancario. «Existen tensiones financieras desconocidas desde la crisis de Lehman Brothers», apuntaba el Banco de España esos días.
Europa despierta
La flema europea ha retrasado la solución a la crisis de deuda hasta dejar a España e Italia en la cuerda floja. Y convertir a la pequeña Grecia en una amenaza seria para la deuda pública y la supervivencia del euro como lo fue en su día Lehman Brothers para los mercados financieros.
«Con el nuevo fondo de rescate y el plan de ayuda del BCE se ponen los cortafuegos necesarios para evitar un contagio si Atenas sale del euro», dice Campuzano, quien cree que estos cuatro años han desvelado los problemas fundacionales del euro, parte de su actual crisis. «La reacción de la Reserva Federal con una nueva inyección de liquidez es fundamental, y el cambio de actitud del BCE permite avanzar en la unificación europea», explica Miguel Ángel Rodríguez, analista de XTB.
Parte de la solución a esta terca crisis se antoja así política. La canciller Angela Merkel la lidera a este lado del Atlántico; al otro es el presidente de la Fed, Ben Bernanke, el que trata de estimular la recuperación. Precisamente los dos únicos supervivientes (políticos) al terremoto Lehman Borthers.
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