Competencia arremete contra el decreto de Ábalos del taxi por castigar al cliente

Ante las huelgas del taxi del pasado verano, el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, aprobó ese otoño un decreto ley por el que además deshabilita a los conductores con licencia VTC nacional para prestar sus servicios en el ámbito urbano, limitándoles la licencia al plano interurbano, lo que supondrá su expulsión de las ciudades.

«Estas medidas afectarán negativamente a la competencia en el transporte discrecional de pasajeros, al reducir el número de operadores disponibles para poder prestar servicios discrecionales de transporte urbano e interurbano y su capacidad e incentivos para competir», concluye Competencia.

Una dura crítica que se une a la que la institución hace de la normativa aprobada por el Gobierno de Mariano Rajoy, de la que también dice que « perjudica inncesariamente a los usuarios » al limitar artificialmente el número de taxis y VTC y su capacidad para mejorar el servicio y que por eso ya pidió derogar. En línea con el ámbito territorial, critica que esa norma obligue a las VTC a prestar el 80% de sus servicios en la autonomía de su licencia y solo el 20% fuera.

Como fuere, el informe de la CNMC acusa a Ábalos de aprobar su decreto sin la debida justificación técnica . El organismo recuerda que se alegaron problemas de movilidad y congestión del tráfico, razones medioambientales y de desequilibrios en la oferta y la demanda del transporte en coche. « El decreto no contiene ningún dato o estudio que valore el impacto de las licencias VTC sobre el medioambiente o la congestión», dice, y añade que una alternativa hubiese sido potenciar la renovación del parque de vehículos, fijar peajes o restricciones al tráfico.

La institución, que ya había pedido eliminar la regla de proporcionalidad de una licencia de VTC por cada 30 de taxi fijada por el PP, tampoco ve suficientemente justificado el nuevo decreto por motivos de oferta y demanda, y señala que si esa fuese la razón lo lógico hubiese sido aumentar la oferta concediendo más licencias .

Y es aquí donde Competencia hace su principal recomendación: flexibilizar las VTC, pero también el sector del taxi . El organismo dirigido por José María Marín Quemada pide expresamente «revisar las restricciones al número de licencias de taxis y de VTC». Ahora hay en España unas 70.000 licencias de taxi y 12.000 de VTC . Competencia señala que pese al incremento demográfico, económico y turístico de las últimas décadas, el número de licencias de taxi han caído un 3% desde 1995 , por lo que llama a conceder más.

«Mientras el número de licencias de taxi ha decrecido en el periodo 1994-2018 en el conjunto de España (de 72.072 a 69.792), la población en España ha aumentado un 18% (de 39,6 millones a 46,7 millones), la renta per cápita de los españoles ha crecido un 40% (de 17.890 euros a 25.291 euros) y la entrada anual de turistas extranjeros lo ha hecho un 30% (de 33 millones a más de 75 millones)», subraya. Solo el incremento de VTC en los últimos años ha podido paliar este fenómeno, según la CNMC.

No solo eso. El supervisor denuncia que el sistema de concesión de un número limitado de licencias por los ayuntamientos ha fomentado la especulación con ellas y creado un mercado paralelo para su compraventa, pues en la práctica suponía «otorgar una renta regulatoria al poseedor de la autorización» y «plantea un problema de selección de los operadores y déficit de competencia una vez otorgadas» las licencias.

Por eso una de sus recomendaciones más llamativas es que se fije un mecanimo competitivo de selección de operadores y que las licencias se concedan con duración determinada para que, dice, «puede existir una competencia periódica por su obtención» y «se evite petrificar la competencia en el mercado y se generen rentas monopolísticas en las transmisiones de las autorizaciones ». En otras palabras, insta a concederlas en régimen de concesión en concurso público.

Competencia no solo llama a incrementar las licencias de taxi, sino también las de VTC. El organismo insta a las comunidades y municipios que, frente a lo que dice el decreto y la presión del taxi, concedan licencias para las VTC de ámbito urbano. La CNMC también denuncia que otras normas como la precontratación o la prohibición para que utilicen determinados espacios públicos como el «carril-bus» suponen un obstáculo injustificado para las VTC.

Ahora bien, el supervisor apuesta por un enfoque holístico de esta actividad, sin distinciones entre taxi y VTC, y que por tanto la regulación sea homogénea. En este sentido, llama también a acabar con trabas a la capacidad de competencia del taxi como que tengan tarifas reguladas que les impida competir en precio o determinadas limitaciones horarias del servicio y requisitos de vehículos.