solo un marino

Belleza en femenino

Un marino se moja y yo no soy más que un marino

Un velero en aguas de Cerdeña efrem efre

JUAN MEREDIZ PUENTE

Si la primera impresión es muy importante no sé que van a pensar de mí porque les tengo que decir que al ponerme a escribir estas líneas me despisté con una barca de vela, como dicen aquí en Cerdeña, desde donde escribo.

En la proa ... una mujer de mediana edad, con un bikini blanco y un pareo traslúcido también blanco, piernas eternas, en la cubierta de proa.

Tan hermosa, quizás no haya visto nunca algo tan bello, aunque reconozco que pienso esto de vez en cuando y con otras bellezas.

Tan elegante. Esas formas, voluptuosa a la par que contenida, esas curvas, tan clásicas, sí, ahora no son así.

A mi pareja le encantaría, a ella también le gustan los barcos clásicos.

Lástima que la mujer del bikini y el pareo no se mueva un poquito que me gustaría ver el detalle de la botavara de trinqueta y esa chalupa de listones.

Un marino se moja y yo soy marino.

Para mi los barcos son femeninos.

En esto estoy con los ingleses y los italianos que se refieren a ellos como ellas.

No sé porqué quieren confundirnos con los y las cuando está claro, tiene que estar claro, que así los parieron.

Luego se sentirán una cosa o la otra, que los barcos están todos vivos perdón vivas y tienen el derecho a sentirse aburridas cuando se quedan amarrados o amarradas que me estoy liando

Y con la Mar lo mismo. Por esto no voy a discutir, pero para mi es Madre, esposa y amante, según la situación.

El mar a mi no me nace llamarlo madre.

Seré yo el rarito.

Vuelvo al principio y me presento que me quedan 15 palabras para 300 que tengo.

Soy marino y daré la vuelta al Mundo en solitario sin escalas en 2027.

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