Sergio García: «Las puertas de la Ryder Cup no están del todo cerradas»

—¿Qué puede decir del nuevo orden mundial que resultará desde ahora?

—Pues me encantaría poder aportar algo nuevo, pero es que no están aún cerrados todos los flecos.

—Al menos, lo que está claro, es que la guerra entre tours se ha acabado...

—Correcto, eso es lo más positivo, que todo el mundo empieza a remar hacia el mismo sitio. Ojalá pudiera saber que va a pasar esto o lo otro, pero a día de hoy eso nadie lo conoce. Ni siquiera quienes han hecho la fusión lo saben todavía; hay que ir poco a poco y a medida que vaya pasando el tiempo iremos descubriendo cómo se va a enfocar todo.

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—Viendo ahora las cosas con la perspectiva de un año de desencuentros, quizá quepa preguntarse si ha merecido la pena llegar a una situación tan desagradable de ruptura de competiciones y amistades. ¿No habría sido mejor haber negociado desde el principio sin caer en tantos enfrentamientos?

—Yo creo que sí, pero desafortunadamente no ha podido ser por lo que sea. No vamos a ponernos ahora a señalar a gente o a buscar culpables, pero obviamente a todos nos hubiera gustado alcanzar este acuerdo hace un año y medio, cuando empezamos con esto. Lamentablemente no se pudo empezar así, pero lo importante es aprender de los errores para intentar mejorar de cara al futuro.

—En ese futuro inmediato se presenta ahora la Ryder Cup de septiembre. ¿Podríamos verle entonces en Roma defendiendo a Europa?

—Sinceramente, no lo sé. Eso tendremos que ir viéndolo poquito a poco a medida que se vaya solucionando todo y se vayan asentando las cosas.

—Lo que está claro es que la situación ahora permite un optimismo que no existía hace meses...

—Es cierto, eso es lo más positivo, que volvemos más o menos donde estábamos en 2022, antes de esta guerra. Ahora las decisiones ayudan y las puertas ya no están tan cerradas, pero también es verdad que yo tengo que seguir jugando bien, poner todas las cosas en línea y luego todo dependerá de lo que quieran hacer el capitán y los vicecapitanes.

—¿Y cree que una solución positiva, de nuevo con todos los jugadores disponibles por ambos bandos, beneficiaría más a Europa o a Estados Unidos?

—Es complicado de decir. Nosotros tenemos a varios hombres jugando a muy buen nivel, pero también los americanos están siempre muy bien. Normalmente ellos son siempre los favoritos, aunque luego, a la hora de la verdad, los pronósticos se tiran a la basura. Veremos cómo llegan a Italia los dos equipos a finales de septiembre y luego cómo juega cada uno allí.

—Con este contexto internacional llega el LIV Golf a España por vez primera. ¿Qué significa para usted volver a Valderrama con este torneo?

—Es muy bonito, creo que es algo importante. Es mi campo favorito por lo que me gusta y por lo bien que me han tratado siempre en los treinta años que llevo jugándolo. Me hicieron socio de honor con todo lo que conlleva, y poder venir este año con la calidad de los golfistas que me acompañan (25 grandes entre todos) me enorgullece.

—Sus resultados aquí son impresionantes. En catorce presencias profesionales ha cosechado diez top 10, de ellos tres victorias y tres subcampeonatos. ¿Por qué se le da también este recorrido?

—Pues no lo sé, lo cierto es que desde el comienzo me enamoró y siempre se me ha dado bien. Quizá sea porque es variado y te hace pensar. No basta solo con pegarle fuerte y largo, sino que hay que saber colocar la bola en el lugar indicado, darle los efectos adecuados y saber lidiar bien con los árboles y los 'greens'.

—Por todo lo dicho, ¿se siente el anfitrión de esta prueba y el responsable de mostrar a sus compañeros las bondades del club?

—Un poco sí y seguro que no saldrán defraudados. Soy consciente de que todas las personas e instituciones involucradas han dado el máximo para que el mantenimiento sea impecable y los jugadores se vayan encantados. Y el público va a ver un nuevo espectáculo que les hará repetir la visita en próximas ediciones.

—Entonces, ¿se siente favorito?

—Eso nunca se puede decir, aunque tengo a mi favor el conocimiento del campo y que estoy en un buen momento de juego. El jugar menos semanas en el LIV Golf me ha venido bien para estar más fresco a estas alturas de la temporada.

—¿Cómo calificaría su campaña?

—Estoy satisfecho. En mi circuito estoy teniendo buenas actuaciones, con un triunfo por equipos en Tucson y un subcampeonato individual en Singapur. Y luego, en los 'majors', he jugado dos de los tres que se han disputado, con una buena actuación en el Open USA. Lo que ocurrió es que a pesar de jugar bastante bien luego acabé lo peor que se podía terminar, tal y como salieron las cosas

—Los detractores del LIV Golf decían que jugar menos pruebas acarrearía en sus jugadores una escasez de ritmo competitivo que les perjudicaría en los 'majors'. Pero a la hora de la verdad Koepka ha ganado uno y ha sido segundo en otro. ¿Cómo se explica esto?

—Porque Brooks es muy buen jugador y cuando estás bien física y mentalmente nada te frena.

—¿Se ve usted también a ese nivel?

—Obviamente sí, estamos trabajando en ello pese a que tener que clasificarse es duro. Como no se me caen los anillos primero iré a West Lancashire la semana que viene a pelear por una de las 16 plazas para jugar el British en Royal Liverpool. Si la logro, bien; si no, seguiremos luchando para el futuro.