'Caddies', la otra gran baza del golf español

Con el paso de los años, y el incremento de los premios, empezaron a profesionalizarse las tareas. Sin embargo, mientras que hubo pros que se especializaron en disputar los circuitos en vez de seguir con la docencia (fue la época de los Ballesteros, Piñero, Cañizares o Rivero), no sucedió lo mismo con los asistentes. Y esa ausencia la cubrieron británicos, irlandeses o argentinos.

Hoy en día, sin embargo, son los hispanos los que copan gran parte de las bolsas de sus compatriotas; e, incluso, han dado el salto a acompañar a golfistas de otras nacionalidades, desde italianos a japoneses. Este cambio de dinámica se debe, sobre todo, «a que el nivel de nuestro golf es muy potente, nuestro oficio está cada vez más tecnificado y les gusta que seamos jugadores profesionales los que hagamos esta labor», opina Íñigo Urquizu, con once años de experiencia a este nivel en el Circuito Europeo.

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Salvo Noelia García, la mujer del gallego Santiago Tarrío, al que acompaña con gran acierto desde que hace unos años decidieran centrarse en exclusiva en destacar en el extranjero, el resto de los 'caddies' de postín tienen la categoría de jugador profesional. Y eso es muy importante porque «tu jugador sabe que si está en una situación comprometida te puede preguntar cómo saldrías tú de ella. Realmente tienes la misma formación que él y eso le da confianza», señala Jesús Legarrea, antiguo integrante del Challenge Tour que acompaña a Jorge Campillo desde hace dos años.

Juntos han ganado ya dos torneos y su relación es excelente. «Nos conocemos desde hace mucho y cuando me llamó no lo dudé. Estar en el European Tour es muy importante y yo he accedido a él desde otra posición, pero igual de importante. Además, muchos de los jugadores me conocían ya de cuando yo jugaba y la relación es muy buena con todos», afirma el navarro.

Entre los asistentes nacionales el más victorioso es, justamente, el más veterano. Hace un cuarto de siglo que Pello Iguarán decidió cambiar su labor de jugador por la de ayudante de Nacho Garrido y después ha trabajado con Chema Olazábal, Nacho Elvira, Fabrizio Zanotti y Adri Arnaus, aunque su mayor logro lo obtuvo con su actual pareja, Francesco Molinari. «Evidentemente, ganar el Open Británico es algo que nunca olvidaré, pero estoy muy orgulloso de la carrera que he tenido», apunta el guipuzcoano. «He aprendido mucho con todos mis jefes y sigo haciéndolo, pues esto es un aprendizaje diario.

Pero lo que siempre llevaré dentro fueron los años que estuve con José Mari, en los que saqué mucho provecho de sus enseñanzas y de todo lo que había alrededor, de cómo le trataban y le respetaban los contrarios», explica, antes de reconocer que no se arrepiente en absoluto de haber cambiado el oro por la plata, sin que pueda considerarse su nueva función un paso atrás. «Estoy muy feliz siendo 'caddy'», remata con orgullo.

Para dar continuidad a esta racha victoriosa, y enmarcado en el programa ProSpain de ayuda a los jóvenes valores en sus primeros años en los distintos tours, la Federación Española ha decidido formar también a los 'caddies' del futuro. «Esta iniciativa tiene una doble misión: por un lado que los nuevos golfistas, que se encuentran un poco perdidos en los torneos en el extranjero, tengan un grupo de profesionales en sus bolsas y, por otro, fomentar la labor de ayudantes entre los nuevos aspirantes», comenta Urquizu, el responsable del plan.

«Cuando Nacho Gervás (director deportivo de la RFEG) me lo propuso no lo dudé un instante», comenta el donostiarra, actualmente a las órdenes de Renato Paratore en el European Tour. Junto a otros tres compañeros con amplia experiencia internacional (Jordi Giró, Bruno Isasi y Javier Erviti) se encargará de tutelar a los chicos y chicas que disputen el Challenge y el LET durante los primeros días de determinadas pruebas, para concentrarse luego en los que pasen el corte.

Se trata de dar un salto de calidad en su relación con los campeonatos y que entiendan que viajar con un familiar o un amigo puede ser bueno para reducir gastos, pero no siempre es lo mejor de cara a los resultados.

El siguiente paso del plan federativo, una vez convencidos los jugadores de las bondades de tener un aliado experto a su lado, será el de formar a las nuevas hornadas de auxiliares. «Hay muchos jugadores de alto nivel que se sacan la licencia profesional y luego no consiguen los derechos para ningún circuito, lo que les aboca a la docencia cuando a lo mejor no tienen vocación para ello. Intentaremos enseñarles esta nueva vía, que es la más cercana a la de ser un jugador internacional y sentir la adrenalina», prosigue Urquizu.

Todavía habrá otra vía para acceder a las bolsas, pues «la Federación está estudiando la posibilidad de incluir la función del 'caddy' dentro del plan de estudios de técnico deportivo de nivel 3», concluye.