Real Mbappé Club de Fútbol

Ganó el Madrid en Valladolid como lo hacía cuando jugaban Casillas y Ronaldo. Da la sensación que esta temporada Courtois no está teniendo incidencia en los resultados, pero no es verdad. Ha mal acostumbrado tanto al personal, que ha convertido sus intervenciones en rutina. Como lavarse los dientes antes de irse a la cama.

Antes de que Mbappé se exhibiera, el belga hizo sus dos milagritos de cada día. A los noventa segundos, Thibaut echó a planear su mano izquierda para sacar un remate a contrapié de David Torres. Mal la defensa blanca en la vigilancia defensiva, como también estuvo algo blandito Asencio en su persecución a Sylla en el 24, jugada que acabó en disparo del senegalés que despejó el belga con sus manos casi a la altura del suelo. El lanzamiento traía una curva de fuera hacia adentro con mala baba.

Fue el único momento de debilidad del canterano, que ayer jugó por primera vez como lateral derecho. Con Lucas tocado muscularmente, Ancelotti prefirió no arriesgar y le salió bien. Como ya le había salido bien poner al canario de central, su posición natural. Va a ser imposible que en la escala de prioridades de Carletto, Asencio adelante a Tchouaméni, pero ahí tiene el Madrid un defensa serio. Muy serio.

El gol llegó en el 30, en la primera gran acción colectiva de los blancos. Cinco minutos antes, Rüdiger había disparado por primera vez entre palos, con respuesta positiva de Hein. Y Tchouaméni había mandado por encima del larguero un cabezazo en un saque de esquina. Al tercer aviso, Mbappé no hizo prisioneros.

Valverde superó una línea con un pase vertical hacia el francés, ubicado en la frontal del área. De primeras, y con la izquierda, combinó con Bellingham. Control y pase de Jude para dibujar una pared, acción del fútbol en desuso. Mal hecho. Si está bien realizada, elimina rivales y propicia ocasiones. Mbappé, con el interior de su bota derecha, mandó el balón a la red. Y lo celebró con ese 'evamos' en castellano que recuerda a don Rafael Nada Parera. Los genios hablan el mismo idioma.

No estaba siendo un partido notable del Madrid. De hecho, tanto antes como después del gol, la circulación del balón no era todo lo veloz que debía ser, pasaban muy pocas cosas en el área del Valladolid y había demasiados piques. Como el Bellingham con Anuar, primero, y Amallah, después. Le costó una amarilla justo antes del descanso. Innecesaria.

Para el Valladolid tampoco era malo el 0-1. Si hacían una encuesta al descanso en Zorrilla, muchos hubieran firmado este resultado en el minuto 80, pero iba a ser complicado que el equipo de Cocca llegara vivo al tramo final. No solo porque enfrente estaba el Madrid, sino porque tiene menos gol que una Residencia de Mayores. Va a necesitar un milagro para salvarse.

El que necesita muy poco para ver portería es Mbappé. Ya no hay disparos a la valla de publicidad, ni a las piernas de los defensas ni a las manos de los porteros. Tampoco goles en fuera de juego. El 0-2 es otra muestra de su definitiva explosión. En el 57, un pase de Ceballos inició un contragolpe con Rodrygo y Mbappé lanzados en línea recta hacia Hein. A mitad de carrera, Kylian dibujó una curva para doblar al brasileño, movimiento decisivo para ganarse el espacio justo antes de recibir el pase del brasileño y batir al estonio.

En el 70, el francés rozó el triplete con un zurdazo a la escuadra, pero el balón tocó la red por fuera. Lo lograría en el 90, desde el punto de penalti. Su primer 'hat-trick' de blanco, el Atlético a cuatro puntos y el Barça, a diez, a la espera de lo que haga hoy ante el Valencia. Ahora ya no hay dudas. Real Mbappé Club de Fútbol.