El Barcelona quiso vender su 50 por ciento de Di Stéfano a la Juventus para que no fuera al Madrid

Expuso a ABC que el Barcelona no quería pagar y vio que el club azulgrana desistía de ficharle, pues ofreció su 50 por ciento a la Juventus, con tal de evitar que fuera a la casa blanca. No pudo. La «Saeta (que significaba flecha) Rubia» murió en 2014, no pudo ver las últimas cuatro Copas de Europa. Pero se fue al cielo dejando las cosas muy claras, blancas.

Di Stéfano se convirtió en jugador del Real Madrid el 23 de octubre de 1954, tras la lucha jurídica entre el club blanco y el Barcelona. El jugador explicó los hechos y negó que hubiera causas políticas en su fichaje.

Seis meses antes de ser madridista, en abril de 1954. El barcelona fue a contratarle. Samitier pedía su adquisición. «Alfredo» jugaba en el Millonarios de Bogotá tras la escapada de muchos futbolistas argentinos a Colombia por culpa de una huelga de jugadores en Argentina. Había abandonado a River Plate, que se adjudicaba su propiedad inicialmente. Pero el futbolista ya era, en realidad, del Millonarios, con el que había firmado contrato ante el impago del equipo argentino. En verdad, era de los dos clubes, como sancionó la FIFA al exigir llegar a un acuerdo y pagar a los dos equipos a la hora del traspaso.

Di Stéfano viajó a Barcelona en un avión, junto a su esposa e hijos. Disputó varios partidos amistosos con la camisola azulgrana. Enrique Martí, primer responsable del Barcelona , no negoció con el Millonarios, sino con River, aunque el delantero había rubricado contrato con la entidad colombiana.

Tras acordar el fichaje con River, el Barcelona quiso firmar con Millonarios una entente para evitar problemas judiciales. Los colombianos pidieron una cantidad que la entidad azulgrana se negó a abonar.

Fue su gran error. El Barcelona se negó a pagar. La esperanza del club catalán era que el tiempo pasase para que no hubiera que pagar nada al Millonarios, pues la FIFA había dicho que tras tanto tiempo de huelga los jugadores que se marcharon a Colombia debían regresar a sus clubes argentinos. O, si se quedaban en Colombia, jugarían una Liga no reconocida por la FIFA .

Santiago Bernabéu y Raimundo Saporta acudieron entonces a Colombia y negociaron su traspaso al Real Madrid. Hicieron todo lo contrario y pagaron la cifra que Millonarios pidió y que el Barcelona se negó a sufragar. Después, Bernabéu negoció con River Plate, pero sus mandatarios les advirtieron que habían vendido ya el cincuenta por ciento del jugador al Barcelona por dos millones de pesetas. Esa venta del cincuenta por ciento, y no del cien por cien, indicaba que todos sabían que para fichar a la Saeta habría que abonar su parte a los dos clubes.

Todo se complicó. Millonarios no admitía que el jugador fuera del Barcelona y River no aceptaba la oferta del Real Madrid, pues ya ha había vendido la mitad al River. En esa situación, el Barcelona intentó vender su parte a la Juventus, con tal de evitar que llegara al Real Madrid.

En esta diatriba sin solución, la FIFA intervino para solucinar el embrollo jurídico. Eligió a Armando Muñoz Calero , antiguo presidente de la Federación Española de Fútbol, como mediador. Calero decidió que Di Stéfano jugase sus dos primeros años en el Real Madrid, de 1954 a 1956, y los dos siguientes en el Barcelona. pero la directiva azulgrana rechazó la propuesta.

Di Stéfano pensaba que ya no le querían. Tuvo la sospecha de un intermediario, Bogossian, que propuso al club catalán otra adquisición de un delantero para llevarse su comisión. «La Saeta» piensa que hubo un informe negativo para que no perteneciera finalmente del Barcelona.

Para remate, Samitier, quien más exigía su contratación, fue despedido del Barcelona.

Di Stéfano terminó en el Real Madrid, que pagó al Barcelona ¡ el doble ! del dinero que la casa barcelonista había satisfecho al River: 4.400.000 de pesetas.