El segundo palo
Sextete judicial
«No he echado la cuenta pero creo que, ahora mismo, el modélico club catalán, esa fuente de sabiduría, ejemplo de valores y de juego limpio, acumula más investigaciones judiciales que Champions en sus vitrinas»
La caída
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Iniciar sesiónExhumados del Valle de Cuelgamuros los restos del general Franco y de José Antonio y de La Macarena los de Queipo de Llano y sustituidos en su día los nombres de las calles Caudillo de España, General Mola o General Sanjurjo por los de Doctor ... Vallejo, Príncipe de Vergara y José Abascal respectivamente, al Barça se le va agotando la lista de militares del bando ganador de la Guerra Civil española con la que seguir escurriendo el bulto del caso Negreira, el ex vicepresidente arbitral sin plaza aún que lleve su nombre. Hasta a Nacho, eterno One Club Man madridista y modelo de comportamiento tanto dentro como fuera del campo, han querido utilizarlo ensuciándolo como cortina de humo para un rato, y eso que el gran capitán merengue nació medio siglo después de que Besteiro entregara Madrid: ¡Qué escándalo, le han reducido la sanción de 3 a 2 partidos! ¡Ya se sabe cómo funcionan las cosas por aquí!
Pero sí, es cierto, las cosas funcionan rematadamente mal por aquí, tanto como para que, por ejemplo, la jueza que arrancó la moto (o, por mejor decir, aparcó) del mayor escándalo de la historia del deporte español no informara a la Audiencia Provincial de Barcelona del insignificante detallito de que mantenía una relación sentimental con uno de los proveedores más potentes del club afectado, quién sabe si gripando definitivamente el motor de la investigación. Llama mucho la atención que, reemplazada la piloto inicial por el velocísimo Jesús Aguirre, la Vespa haya pasado a convertirse de la noche a la mañana en una Kawasaki Ninja H2R, 400 kilómetros por hora.
A Laporta le dijo Aguirre en varias ocasiones eso de «no me toque usted las palmas, señor mío, que me conozco», pero Jan se las tocó. Y, en justa correspondencia, el magistrado le ha devuelto el favor con una investigación (ex imputación) por cohecho. No he echado la cuenta pero creo que, ahora mismo, el modélico club catalán, esa fuente de sabiduría, ejemplo de valores y de juego limpio, acumula más investigaciones judiciales que Champions en sus vitrinas, un curioso sextete. Tienen mucha suerte los culés de que, a excepción del Sevilla, que se comportó con gallardía, la Liga española continúe siendo una colección de sepulcros blanqueados. ¿Con qué McGuffin nos saldrán ahora? ¿Otra vez el fusilado Suñol? ¿O quizás un Companys? Da igual, este juez es el mismísimo Max Verstappen y no habrá quien lo frene.
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