El PSG inicia su pretemporada: solo una semana para preparar la Supercopa de Europa

El PSG afronta un calendario realmente de locos. Tras una temporada histórica en la que conquistó la liga y la copa gala, por primera vez en su historia la Champions y alcanzó la final del Mundial de Clubes, el conjunto de Luis Enrique vuelve al trabajo después de haber disfrutado de tres semanas de descanso. Un regreso con la vista puesta en la Supercopa de Europa que disputará el próximo miércoles en la ciudad italiana de Udine, competición que obliga al equipo galo a programar una pretemporada exprés, y nunca mejor dicho, porque solo tendrá siete días para preparar la cita ante el Tottenham.

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Sergi Font

Aunque en un principio el PSG tenía programado el inicio de la pretemporada el lunes 4 de agosto, el mismo día que lo hizo el Real Madrid, Luis Enrique cambió de planes y concedió dos días más de descanso a una plantilla que el pasado curso acabó disputando 60 partidos entre todas las competiciones.

La Supercopa de Europa será el primer partido para un PSG que, en principio, no tiene programado ningún encuentro de pretemporada. Luis Enrique se centrará así en la preparación física y en evitar que aparezcan lesiones ante el escaso tiempo de preparación para afrontar una cita tan exigente como la que tendrá su equipo contra el Tottenham, último campeón de la Europa League.

Como hizo el Real Madrid en el caso del partido de su estreno en la Liga ante Osasuna, el PSG solicitó el aplazamiento del encuentro de su debut en la Ligue , programado para el domingo 17 en el campo del Nantes. Al igual que los blancos, el conjunto de Luis Enrique se ha encontrado una negativa como respuesta y disputará ese duelo incluso con dos días de preparación menos que los de Xabi Alonso.

El PSG disputó su último partido de la pasada temporada el 13 de julio, cuando perdió la final del Mundial de Clubes contra el Chelsea (3-0) y justo un mes después, sin casi preparación, tendrá que afrontar un nuevo encuentro con un título en juego. Un calendario de locos ante el que los parisinos no han levantado la voz, aunque el malestar existe.